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Fiel a las ideas que impulsaron en su momento la apertura de este blog, he creído interesante ampliar sus miras un poco, y comentar por primera vez en él la banda sonora original de un videojuego (espectacular trailer aquí). Ya hace tiempo recibí una interesante recomendación por parte de un comentarista habitual, aunque me resultó demasiado complicado hacer una reseña musical centrada en un juego del que no sabía nada, y cuya banda sonora incluía muchas piezas ambientales que no habría sabido valorar fuera de contexto. Por suerte (o por desgracia para mis retinas), me topé hace un par de meses con un fascinante título para varios formatos, tanto PC como consolas, cuya partitura original me ha mantenido fascinado desde entonces.
Portada del juego para PC, XBox 360 y PlayStation 3.
Se trata de la quinta entrega de The Elder Scrolls, una prestigiosa saga de juegos de acción y aventuras con fuertes elementos de rol. Todos los juegos de la serie se han centrado hasta ahora en el fantástico territorio de Tamriel, un mundo de espada y brujería en la línea Dragones y mazmorras de toda la vida. Skyrim es una región norteña de Tamriel, la que recorremos en esta entrega, y debo decir que, sin haber sido nunca aficionado al mundillo del rol (arrojar dados multifacéticos, machacar trolls de nivel 7, soportar los caprichos del "máster"... y otros tecnicismos) encuentro incomparable la experiencia de pasear a mi rollo por este vasto entorno lleno de montañas nevadas con nieblas perpetuas y pequeñas aldeas de aspecto vikingo. La ambientación musical alcanza tal grado de excelencia que es una parte imprescindible de la experiencia.
Jeremy Soule
El compositor musical de Skyrim (2011) es Jeremy Soule, que ha trabajado en varios ámbitos mediáticos pero que es conocido en el gremio como el "John Williams de los videojuegos". Él reconoce a clásicos como Wagner o Debussy entre sus fuentes habituales de inspiración, aunque está claro que Soule conoce bien el trabajo de los grandes del cine. Exageraciones aparte, es cierto que Soule -como hiciera el propio Williams en los años setenta en la gran pantalla- está ayudando como pocos a implantar un estilo musical casi escrupulosamente orquestal dentro de un ámbito que por su naturaleza siempre ha invitado mucho más a lo electrónico y sintético. Tampoco es nada raro que nos encontremos a músicos de cine trabajando en juegos de éxito, como Tyler Bates en God of War: Ascension o Hans Zimmer en Call of Duty: Modern Warfare 2. No deja de ser curioso que cuanto mayor es el grado de desarrollo técnico de la industria del videojuego (y Skyrim es hoy en día la cumbre indiscutible de su género) más abiertos se muestran los programadores a tirar de soluciones muy clásicas para cosas como esta. ¿Dónde ha quedado la entrañable y bailona melodía a 8 bits de Super Mario Bros.?
Las dos anteriores bandas sonoras de Jeremy Soule para The Elder Scrolls.
No es Skyrim la primera entrega de la saga The Elder Scrolls en la que interviene Jeremy Soule, ya que consiguió muy buenos resultados -y premios- por sus partituras para las anteriores Morrowind (2002) y Oblivion (2006). Todas ellas cuentan con una gran cantidad de temas distintos que sirven para ambientar las diversas situaciones de juego, desde los paseos campestres hasta las luchas con monstruos de toda índole, y las tres obras tienen en común, por encima de cualquier otra cosa, una melodía principal que podemos escuchar durante los créditos iniciales de cada juego. No es el mismo tema en los tres casos, sino que ha ido evolucionando desde la melíflua y fantasiosa melodía algo sintetizada de Morrowind, primero hacia la formidable -pero algo breve- fanfarria orquestal que abre Oblivion, y finalmente hacia la barbaridad sinfónica y coral que es el tema central de Skyrim, titulado Dragonborn. Puro placer culpable.
Junto con el estuche de 4 CDs se editó este sampler con unos cuantos temas destacados, incluyendo Dragonborn.
Al parecer, fueron los del estudio Bethesda (responsable de la saga) quienes sugirieron a Soule una especie de reciclaje de su fanfarria acostumbrada para hacerla sonar mucho más "bárbara", cosa que el músico logra a la perfección empleando un coro masculino de 30 voces, multiplicadas en el estudio para que suenen como 90. El idioma que emplean, por cierto, es uno de los que se diseñaron especialmente para el juego, llamado "dracónico" o "draconiano", ya que la trama principal de la aventura tiene que ver con el regreso a Skyrim de los dragones tras siglos de ausencia. El héroe en cuya piel se mete el jugador es el llamado "Sangre de dragón", o "Dovahkiin", sobre el cual versa el tema Dragonborn. Esta enorme pieza coral no solamente nos mete en faena al pulsar el botoncito start, sino que cuenta con una segunda versión algo más acelerada que comienza a sonar cada vez que nuestro Dovahkiin se enfrenta cuerpo a cuerpo con un dragón.
Dragonborn
Un vídeo oficial sobre cómo se grabó Dragonborn.
En una propuesta discográfica muy ambiciosa, la banda sonora de Skyrim fue publicada en un estuche de 4 CDs, los tres primeros con temas específicos para todas las situaciones posibles que se plantean en el juego, incluyendo piezas para viajar de día, piezas para viajar de noche, peleas con animales salvajes, paseos por el campo, paseos por ruinas subterráneas y un larguísimo etcétera. En fin, que componer música a gran escala para un juego de desarrollo libre como este ha debido suponer un esfuerzo creativo bastante considerable, sobre todo si tenemos en cuenta que no estamos hablando de simples musiquillas de ambiente, sino de bellísimas melodías que nos ayudan a sumergirnos plenamente en la aventura, tanto en la parte más épica como en los momentos de tranquilidad.
From Past to Present.
Me estoy acordando, por ejemplo, de From Past to Present, que es una maravilla gracias a su poder de evocación dentro de este universo fantástico. Hay incluso algunos temas compuestos para momentos en los que un bardo toca una canción en una taberna, una de las muchas que hay en Skyrim, algunas de las cuales irradian autenticidad por su fuerte toque medieval. El cuarto CD, por cierto, contiene un solo corte de más de 40 minutos en el que quedan recogidas -esta vez sí- diversas piezas atmosféricas, bastante minimalistas pero igualmente disfrutables para cualquier aficionado al ambient.
Contraportada.
En resumen, lo que podemos encontrar aquí es un magnífico ejemplo de buen hacer musical aplicado al mundo del videojuego, una banda sonora que no tiene nada que envidiar a las de cine -las buenas, me refiero- y que logra lo mismo que las grandes melodías de las películas: que sigamos tarareando un buen rato después de apagada la consola o el ordenador, y que el simple "juego" se convierta en toda una experiencia también en lo artístico. Y lo que es más importante, la mayor parte de los 4 CDs del álbum publicado oficialmente son perfectamente disfrutables aun si nunca vamos a coger el caballo y el hacha para patearnos los caminos Skyrim. Como no he encontrado el álbum en Spotify (os recomiendo buscarlo vía torrent, por ejemplo), cerramos con un par de consecuencias interesantes de Dragonborn en YouTube:
Excelente post Mas alla de lo tradicional.
ResponderEliminarTaonadamente
Muadib
aquí la partitura de skyrim:
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=1qjBRMlRLQM
Me parece muy acertada la propuesta de incursionar en el universo de los temas que se usan para ambientar videojuegos, pues como comentas, el blog tiene como objetivo principal dar a conocer musica poco conocida y que mejor forma de hacerlo que aprovechando los temas del "8° arte"; los videojuegos, (el 7° arte es el cine ¿no?)
ResponderEliminarExcelente entrada como simepre, nunca pierdo la oportunidad de sumergirme en tus viejas entradas y descubrir Otras Musicas Otros Mundos...