jueves, 31 de octubre de 2013

Javi Cánovas - STRANGE VISION


1. Forty Years Ago (9:29)
2. Tzu-Jan (6:21)
3. Prelude (4:44
4. Skyjacker (10:10)
5. Missing Autumn (11:42)
6. Skywatcher (6:30)
7. Last Journey (5:32)

A ver... en la primera mitad de este año, Javi Cánovas me propuso comentar su álbum Desert Dawn (2013) en el blog, cosa que hice encantado al tratarse de un trabajo muy cuidado que fusiona -como explicamos en su momento- la electrónica más sofisticada con sonidos étnicos de oriente medio. Me gustó. Como quien no quiere la cosa, Cánovas me hizo llegar otro de sus trabajos, de nombre Strange Vision, que tuve "en espera" unos días antes de escucharlo. Tan pronto como lo hice, me pareció incluso mejor que Desert Dawn, pero por aquello de no repetirme demasiado con los artistas, he dejado pasar un tiempo antes de traerlo por estos lares.

Portada alternativa. Admito que me gusta más.

Strange Vision (2007) es una brillante -exquisita incluso- revisión del estilo de hacer música electrónica durante los años setenta y los primeros ochenta. No quiero decir con ello que Cánovas pretendiese homenajear esta época, pero la impresión que me ha quedado es esa. No suena tan primitivo como un álbum de Tomita o Wendy Carlos, ni siquiera como el rompedor Oxygene de Jean Michel Jarre, pero es posible que alguien que no esté al tanto de su fecha de publicación pueda ubicarlo más o menos en los mejores tiempos de la música electrónica, cuando el gran público comenzaba a interesarse por ella y alcanzaba puestos de honor en las listas de ventas.

Diseños para el artwork del álbum, obra de Nick Stevens.

Tampoco es que Strange Vision esté estrictamente realizado a base de instrumentos de los de entonces. Son más bien el concepto del álbum y la estructura de los temas a lo largo del mismo los que nos retrotraen a esa edad de oro de la Electronic Music, y encontrar trabajos como este, una vez que nos habíamos resignado a que el 90% del género, salvo en el caso de viejas glorias todavía en activo y con seguidores poco tolerantes, derivase sin remedio hacia el mundo de las raves y los DJs, es toda una sorpresa.

Este otro diseño también es de Nick Stevens.

¿El concepto? Música de corte cósmico con ritmos potentes pero mesurados, con melodías perfectamente marcadas que nos dejan tarareando un rato después de pulsar el "stop", con los arreglos estrictamente necesarios para que el fondo (lo ambiental) no devore todo lo anterior, con un sonido sintético poco tamizado, estupendamente directo; y sobre todo con un sentido de la épica propio de la ciencia-ficción que empapaba trabajos referenciales del género como Equinoxe de Jarre o incluso Albedo 0.39 de Vangelis. ¿Debo entender como una pista el título del primer tema, "Hace cuarenta años"? También me atrevería a citar algún título de los primeros años ochenta de Tangerine Dream como por ejemplo Hyperborea, que es un favorito personal, y que pertenece a una época en la que el sonido de la banda alemana se sostuvo sobre ideas musicales muy semejantes a las de Strange Vision.

Forty Years Ago.

Temas destacables... Diría en todo caso que el primero y el último poseen unas resonancias especiales, pero yo no quitaría ninguno, ni en broma, porque todos están igualmente bien ejecutados e integrados en el conjunto. Alguna de las piezas largas, como Missing Autumn, aportan rincones algo más intimistas que dan profundidad al álbum. Como los mejores trabajos electrónicos instrumentales de siempre, se disfruta mucho más si se escucha de principio a fin. Hablo muy en serio: magia como la de antes, con el dinamismo y frescura de lo hecho hoy.

Missing Autumn.

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