sábado, 27 de julio de 2013

King Crimson - IN THE WAKE OF POSEIDON


1. Peace - A Beginning (0:49)
2. Pictures of a City (Including 42nd at Treadmill) (8:03)
3. Cadence and Cascade (4:37)
4. In the Wake of Poseidon (Including Libra's Theme) (7:56)
5. Peace - A Theme (1:15)
6. Cat Food (4:54) 
7. The Devil's Triangle (11:36)
I. Merday Morn
II. Hand of Sceiron
III. Garden of Worm
8. Peace - An End (1:53)

Por lo general, cualquier álbum publicado por un grupo o solista después de una obra maestra se convierte en una obra maldita. Unas veces es a causa de las altas expectativas, otras resulta evidente la falta de ideas que quedaron en la cabeza de los autores tras vaciarse en la entrega previa. En el caso de In the Wake of Poseidon ("Al despertar Poseidón", 1970), el segundo álbum de King Crimson, podríamos pensar que se produjeron ambos fenómenos al mismo tiempo, aunque con importantes matices.

El grupo de culto del rock progresivo-jazzístico venía de partir la pana con In the Court of the Crimson King (1969), una obra tan inmensa que merece estar en cualquier hit parade de los grandes LPs de todos los tiempos, y era inevitable que planteasen su siguiente álbum como una continuación del primero. Creo que no es desacertado calificar In the Wake of Poseidon como una secuela en toda regla de In the Court of the Cimson King, una prolongación de las resonancias sonoras de este. Y la cosa no debió de ser sencilla a la hora de mantener las esencias, ya que solo el guitarrista y "comodín" Robert Fripp repitió en la formación oficial de la banda en su segunda aventura, junto con el imprescindible trabajo como letrista del poeta Peter Sinfield. Greg Lake, por su parte, continuó como cantante principal, si bien su previa incorporación al supergrupo Emerson, Lake & Palmer hizo que su continuidad fuese una cuestión de compromiso personal más que de pertenencia efectiva al grupo de Fripp. Los demás músicos de In the Wake of Poseidon (Michael Giles, Peter Giles, Mel Collins, Keith Tippett y Gordon Haskell), aun teniendo un peso decisivo en la grabación, figuran en teoría como meros artistas de sesión. Hay que admitir que se logró de manera efectiva recrear las cuidadas atmósferas del álbum de culto de los King Crimson, aunque el disco que nos ocupa puede ser visto por sus detractores como una revisión descafeinada de In the Court of...

Vista de la carpeta interior del vinilo.

Sus defensores, no obstante, pueden argumentar que In the Wake of Poseidon ahonda en el clima de fascinante hermetismo, de divertida malignidad, que había en su hermano mayor. Se trata de un álbum un poco más oscuro y con características propias, aunque en general mantiene vigente la estructura del anterior, con un contraste entre la dureza de unos temas (como Pictures of a City, que recuerda a 21st Century Schizoid Man) y la plácida belleza íntima de otros (como Cadence and Cascade, émulo evidente de I Talk to the Wind; o in the Wake of Poseidon, tremendamente parecido a Epitaph y con un toque de The Court of the Crimson King)

Pictures of a City.

Por supuesto, también hay temas que suenan del todo novedosos, como el muy jazzístico Cat Food, o esos pequeños interludios que figuran bajo el título de Peace, el segundo de ellos un hermoso solo instrumental de guitarra. El otro instrumental, el largo The Devil's Triangle, se inspira parcialmente en Los planetas de Gustav Holst, concretamente en el fragmento dedicado a Marte, con esa base rítmica que suena como a los tambores de un desfile militar. He aquí otro ejemplo de la aterradora influencia de Holst en los músicos de nuestro tiempo, que no se queda solamente en el mundillo de las bandas sonoras de cine. En cualquier caso, quizá este tema podría haber dado un poco más de sí.


Comentario propio merecen los diseños de portada y contraportada, a cargo de Tammo de Jongh según comenta la Wiki. El título de la pintura original, anterior al disco, es algo así como Los 12 arquetipos o Los 12 rostros de la humanidad, y viene a presentar diferentes caras de personajes que van unidas a algún tipo de código místico sobre los cuatro elementos. Por si la música que entonces hacían los King Crimson no era lo bastante enigmática y existencialista.

Más arquetipos humanos en la contraportada.

¿Es In the Wake of Poseidon un quiero y no puedo? Yo no llegaría a tanto, aunque se trata obviamente de una obra demasiado tributaria de su antecesora. Posee toques de distinción, y tampoco es el peor de los pecados el que la banda quisiera -y lograra en parte- retomar el ambientillo de In the Court of..., pero insisto en que quizá la mejor manera de aproximarse al álbum sea considerándolo como una secuela. Para encontrarnos con una verdadera evolución hacia otra cosa en la carrera de King Crimson tendríamos que esperar hasta la publicación de Lizard (1971), y eso que en su momento tampoco se lo consideró la octava maravilla. Hoy en día, con la perspectiva que dan los años y el conocimiento de cómo funcionó el género prog-rock en años posteriores, nos es más fácil poner cada trabajo en su sitio y disfrutar de álbumes cuyas sonoridades ya no se estilan. Además, quienes somos admiradores de In the Court of the Crimson King no somos capaces de despachar así como así un álbum que, en definitiva, prolonga el placer un ratito más. Quedémonos con esos 41 minutos. 

3 comentarios:

  1. Haces una exposicion del album muy positiva y optimista. Como tu, yo tambien conozco gente que no le gusta nada, como si hubiera sido una decepcion posterior. Yo en cambio, conincido contigo... Evidentemente no llega a lo sublime que fue el "in the court" pero...alarguemos el disco anterior un ratito mas...

    ResponderEliminar
  2. A mí me parece un disco sublime; no llega al nivel de anterior, eso lo tenemos claro todos, pero es que el listón lo pusieron muy alto con su disco de debut, lo que unido al efecto "segundo disco", como bien dices, le hace una sombra quizá algo injusta. La prueba de que me gustó es que, a pesar de descargarlo usando el famoso peertopeer, decidí comprarlo en CD.

    ResponderEliminar
  3. Es un gran disco. Coincido que no llega a tener la magia del primero de los del Rey Carmesí, pero si te olvidas del álbum del 69, "Al deapertar..." es magnífico. Esa voz increíble y única de Lake, el tema que da nombre al disco, "Cadence..." son maravillosos. Para mí es su segundo mejor disco. Lo siento si no coincido con la mayoría. Tal vez sólo superado en alguna parte por Islands o Larks tounge o el tema Lizard (fudamentalmente la parte cantada por Aderson). Lo demás con Belew es muy bueno, pero no le llega ni al ombligo de esta etapa de Fripp y compsñía.

    ResponderEliminar