1. Children of the Sun (7:33)
2. Anabasis (6:50)
3. Agape (6:54)
4. Amnesia (6:36)
5. Kiko (8:01)
6. Opium (5:44)
7. Return of the She-King (7:51)
8. All in Good Time (6:37)
Se conoce como Anastasis a la Resurrección de Cristo, atendiendo a dos fuentes, según la Wikipedia: el Evangelio Apócrifo de Nicodemo y el de San Mateo. Según está sugerido en ambas fuentes, Jesucristo bajó a los infiernos (como dice el Credo de los católicos) para pasar allí tres días entre los Patriarcas del pasado, los justos, logrando que se abriesen para ellos las puertas del Cielo. Resucitó al tercer día, según las Escrituras.
Seguramente hayan elegido el título los Dead Can Dance en referencia a su propia "resurrección" tras haber pasado 16 años desde la publicación de su álbum anterior Spiritchaser (1996). No ha sido demasiado fácil seguirle la pista a Brendan Perry durante estos años, aunque Lisa Gerrard ha ido cimentando con solidez una carrera en solitario que difícilmente quede olvidada con este Anastasis (2012). Ha realizado varios trabajos en su línea new age-world music, e incluso ha tenido un gran éxito comercial con su colaboración en la película Gladiator (Ridley Scott, 2000), especialmente con el tema Now We Are Free, que fue objeto de múltiples remixes dance y hasta ha sonado en anuncios de bombones. Como comentábamos hace poco, está integrada en el colectivo de músicos de cine que capitanea Hans Zimmer. Como no es cuestión de pasar de Perry, diremos que en este intervalo ha publicado tres álbumes en solitario y ha tenido tiempo de experimentar a su aire.
Lisa Gerrard y Brendan Perry (de factmag.com).
Anastasis es un regreso potente del dúo. Fue publicado el pasado mes de agosto, y las críticas en general han fluctuado entre el notable alto y la matrícula de honor. Esto no solamente se debe a las ansias que tenían los muchos seguidores de Dead Can Dance de escuchar algo nuevo, sino también a que el disco es francamente bueno. Tan oscuro y primario como siempre, tan extraterrestre en su modo de aproximarse a sonidos propios de otras culturas, o bien no occidentales o directamente extraídas de un pasado mítico.
La fórmula de la buena acogida de Anastasis es ofrecer un conjunto de canciones bastante potentes en la melodía y los arreglos, aunque no necesariamente tan meditativas y telúricas como en otras ocasiones, sino más rítmicas y accesibles. Son los Dead Can Dance de siempre, con un lejano toque tecno-pop a lo Depeche Mode pero con sus habituales resonancias medievales y orientalistas. No parece que hayan vuelto solamente para satisfacer a sus incondicionales, como banda de culto que son, sino para seguir ampliando sus miras populares.
Children of the Sun.
Anabasis, en un vídeo "bootleg".
Comienza el álbum con la poderosa Children of the Sun ("Hijos del Sol"), que es prácticamente un himno triunfante. Anabasis se recrea en la voz inimitable de Gerrard, sobre una ambientación del Mediterráneo oriental, tal vez bizantina. Agape da el salto hacia lo arábico, esta vez con ritmos contemporáneos cada vez más marcados. Amnesia tira de la batería y de la voz misteriosa de Brendan Perry para asentarse sobre fondos orquestales y/o sintéticos muy épicos. Kiko es una nueva mirada a Oriente Medio, quizá esta vez con algún matiz hebraico muy ritualista. Opium parece comenzar como algún tema de Peter Gabriel, aunque después evoluciona por el oscurantismo tecno-pop del que hablábamos antes. Return of the She-King ("El retorno de la reina", más o menos) comienza con gaitas sampleadas que constituyen un nuevo himno a añadir a lo ya escuchado en el álbum. Anastasis concluye con All in Good Time, el tema más sobrio de todos (Perry canta poco menos que "a cappella"), y quizá el elemento que más se hace esperar en el disco.
Al final, y salvo por algún punto concreto como Return of the She-King, queda la sensación de que Gerrard y Perry han ido un poco por libre, la primera metida en ambientaciones étnicas, y el segundo en temas pop siniestros llenos de ecos de otras décadas. Parecen haberse repartido el trabajo, y al final todo queda muy equilibrado, si bien no especialmente bien integrado.
Contraportada.
¿Será este el comienzo de una nueva etapa en la que Dead Can Dance se mantenga en activo? Ya veremos. De momento está en marcha la gira de presentación del álbum, así que es de suponer que de su éxito dependerá que sigamos disfrutando de un sonido tan interesante como el suyo. Pese a las pegas que podamos ponerle, la verdad es que han vuelto para bien. Una selección de temas de Anastasis puede escucharse en Spotify.
A mí también me ha encantado el disco, del que no sabía muy bien qué esperar. Afortunadamente, un estelar Brendan Perry retoma sus canciones 'oscuras', y Lisa lo hace todo como ella sabe.
ResponderEliminarUna verdadera pena que la gira no se extienda por nuestro país, aunque fueran una o dos fechas más.
Hola, Pepe.
ResponderEliminarLo he vuelto a escuchar un par de veces más, y creo que sigue ganando unos puntos en cada ocasión. Debe ser genial verlos en directo, tienes razón.
Terrible disco, no soy una persona con creencias místicas ni religiosas, pero este disco es una pasada total..
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