Bueno, lo tiene cada día de competición en Londres 2012, ya que la melodía de Carros de fuego suena cada vez que los y las deportistas suben al podio para recibir las medallas en cada disciplina. De hecho, se ha realizado una versión ligeramente distinta del famoso tema musical para cada tipo de deporte.
Además, en la ya comentadísima ceremonia inaugural del viernes noche, la película de Hugh Hudson tuvo inevitablemente su dosis de protagonismo. La London Symphony Orchestra interpretó una versión sinfónica del famoso tema del comienzo de la película, con Rowan Atkinson en el papel de Mr. Bean encargado de pulsar la tecla electrónica que sirve como base "cósmica" de la pieza. Con hilarantes resultados, por cierto, y con la complicidad del director de la orquesta Howard Goodall, responsable -casualmente- de la música de la serie de la BBC Mr. Bean.
Si no me equivoco, hacía varios días que estaba confirmada la ausencia del propio Vangelis en el espectáculo. Sí que se encontraba en Londres, con motivo del estreno de la versión teatral de Carros de fuego, cuyas críticas la ponen por las nubes. Hace un par de días la antorcha olímpica pasó frente al teatro Gielgud, donde se interpreta la obra, y Vangelis salió a saludar junto a los actores mientras la portadora de la antorcha se detenía unos segundos; pero el músico griego es un tipo un poco raro, tímido de más, y salvo que estuviese entre el público del estadio, probablemente pasó de todo y se ahorró una jaqueca. Me habría encantado verlo en el show, aunque dudo muchísimo que hubiese tenido más gracia que el genial Mr. Bean.
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