1. Our Song (1:24)
2. Sea Shell and Stone (2:17)
3. Red Stuff Writhe (1:11)
4. A Gentle Breeze Blew Through Life (1:19)
5. Lick Your Partners (0:35)
6. Bridge Passage for Three Plastic Teeth (0:35)
7. Chain of Life (3:59)
8. The Womb Bit (2:06)
9. Embryo Thought (0:39)
10. March Past of the Embryos (1:08)
11. More than Seven Dwarfs in Penis-Land (2:03)
12. Dance of the Red Corpuscles (2:04)
13. Body Transport (3:16)
14. Hand Dance (1:01)
15. Breathe (2:53)
16. Old Folks Ascension (3:47)
17. Bed-Time-Dream-Clime (2:02)
18. Piddle in Perspex (0:57)
19. Embryonic Womb-Walk (1:14)
20. Mrs. Throat Goes Walking (2:05)
21. Sea Shell and Soft Stone (2:05)
22. Give Birth to a Smile (2:49)
Puedo creerme cualquier cosa que me cuenten sobre un álbum de los setenta. Me lo creeré a pies juntillas si encima es un disco lanzado entre los últimos sesenta y los primeros setenta. Y sigue pareciéndome muy raro algún que otro descubrimiento como el de este Music from The Body (1970), uno de los varios proyectos paralelos a la banda -entonces- de culto Pink Floyd. Vale que el músico principal del disco sea el extraño y experimental Ron Geesin, pero desde luego estamos ante una obra que entronca con el carácter libérrimo de la psicodelia inglesa de la que los PF fueron estandarte.
Ron Geesin
Music from The Body (que deberíamos traducir como Música de "El cuerpo", sin omitir las comillas) es la banda sonora de The Body, un documental británico sobre el cuerpo humano que dirigió Roy Battersby, con locución de Vanessa Redgrave y Frank Finlay. Si investigamos un poco en la web en busca de análisis de expertos, la mayor parte de las críticas que encontraremos irán de malas a malísimas, argumentando que, efectivamente, se trata de una parida de las que a veces veían la luz en aquellos tiempos, y que hoy no solamente serían imposibles de vender, sino también muy difíciles de apreciar por quienes vayan buscando algo en la línea de la primera época de Pink Floyd. Roger Waters hace algunas intervenciones más o menos en su futura línea como cantautor, pero el resto del trabajo está compuesto a base de música "orgánica", una variante de la música concreta que consiste en sampleados de sonidos corporales, aderezada por extraños arreglos orquestales y música de cámara desestructurada. Estamos hablando de música amalgamada con respiraciones, risas, susurros, palmadas... Y sí, estamos hablando de pedos. Pedos terriblemente gordos, cuescos tremendos que harían las delicias del Quevedo más zafio.
Roger Waters
Ya es difícil comprender, o aproximarse siquiera, a trabajos como Ummagumma (inmediatamente anterior), y eso que en él no hay flatulencias como parte de la instrumentación; pero Music from The Body tiene bastante interés como pieza musical experimental, como una obra de creación que nada tiene que ver con el rock progresivo, sino más bien con las ansias de innovar de aquella generación. Los mismos Pink Floyd estuvieron intentando grabar un álbum completo de música concreta que iba a titularse Household Objects ("Objetos caseros"), justo después de The Dark Side of the Moon, anque todo quedó en agua de borrajas salvo por alguna maqueta a medio terminar que circula por ahí a trocitos. Seguramente la banda de Waters, Gilmour y compañía ya estaba demasiado atada al universo progresivo como para que sus seguidores aceptasen algo tan raro. De hecho, se sabe que el último corte de este Music from The Body, titulada Give Birth to a Smile, cuenta con toda la banda, aunque no figure como tal en los créditos.
Contraportada.
¿Imprescindible? Para nada. ¿Interesante para el fan de Pink Floyd? Sólo si eres un completista acérrimo. ¿Interesante para el aficionado a la música extraña y experimental de todo pelaje? Muchísimo.
Un trozo del álbum.
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