1. On Earth as It Is in Heaven (3:48)
2. Falls (1:53)
3. Gabriel's Oboe (2:12)
4. Ave Maria Guarani (2:48)
5. Brothers (1:30)
6. Carlotta (1:19)
7. Vita Nostra (1:52)
8. Climb (1:35)
9. Remorse (2:46)
10. Penance (4:00)
11. The Mission (2:47)
12. River (1:57)
13. Gabriel's Oboe (2:38)
14. Te Deum Guaraní (0:46)
15. Refusal (3:28)
16. Ascension (1:25)
17. Alone (4:18)
18. Guarani (3:54)
19. The Sword (1:58)
20. Miserere (0:59)
Muchos entendidos del mundo del cine hablan de la artificiosidad de las bandas sonoras, de la poca naturalidad que produce el que exista una música acompañando imágenes virtualmente realistas. ¿Para qué acompañar las imágenes de una película con música, si en realidad no se escucha una orquesta cada vez que corremos, trabajamos o conversamos en nuestro día a día? Quizá sea justo admitir que el actual arte de las bandas sonoras es un vestigio de los tiempos del cine mudo, en el que un señor tocaba el piano en vivo para amenizar las imágenes en movimiento en los teatros y, de alguna manera, enfatizar los contenidos de las escenas o incluso forzar una respuesta emocional por parte del público. Sinceramente, cuando un cineasta utiliza una banda sonora (cosa que ocurre en el 100% del cine actual) se puede decir que hace trampa. Lo que sucede es que a veces las películas quieren transmitir emociones tan intensas que, sin un acompañamiento musical adecuado, no conseguirían llegar a esas fibras íntimas que nos hacen entusiasmarnos. La banda sonora original de La misión (1986), compuesta por el italiano Ennio Morricone, es uno de esos ejemplos imprescindibles que demuestran cómo una música puede calar tan profundamente como una imagen. ¿Manipula esta música nuestras emociones mientras vemos la película? Sí, y mucho. ¿Hace trampa el director Roland Joffé al contar con el portentoso estilo de Morricone? Pues claro, y yo que me alegro.
Ennio Morricone
El padre Gabriel toca el oboe y se juega el cuello.
Para empezar, tenemos el tema más conocido de la película, Gabriel's Oboe. Inspirado en un adagio barroco de Benedetto Marcello, no solamente va ligado al personaje del padre Gabriel (Jeremy Irons), sino que es el tuétano espiritual de la película gracias a su lirismo y su sencillez. También está Falls ("Cataratas"), varias veces empleada en publicidad de otras películas por su forma de expresar musicalmente lo indómito de la naturaleza y la grandiosidad de los paisajes. No podemos dejar de lado, por supuesto, la inconfundible melodía cantada que escuchamos por primera vez en On Earth as It Is in Heaven ("Así en la Tierra como en el Cielo"), un cántico ceremonial repetitivo y apabullante en el que se repiten constantemente las palabras "vita nostra". Esta banda sonora contiene, bien repartida, toda una colección de cánticos litúrgicos con un toque indígena de lo más interesante, como el Ave María o el Te Deum guaraníes; y, en general, la partitura está salpicada de interesantes referencias tribales, aunque bastante lejos de las tópicas percusiones o flautas. El sentido espiritual de la obra no deja del todo atrás su faceta aventurera.
Portada alternativa del LP en vinilo.
El reverso más oscuro de la partitura está seguramente ligado al personaje de Mendoza (Robert De Niro), un despiadado mercenario esclavista que, a causa de un terrible crimen pasional de cuyas consecuencias no se siente capaz de escapar, decide tomar los hábitos en San Carlos y dejar atrás su vida anterior mediante la redención religiosa. A su alrededor se erigen temas como Carlotta o Penance, e incluso el bello Brothers, que recuerda a otros conocidos temas de Morricone en su faceta más tierna. Casi podría decirse que todo aquel material del álbum que no está ligado a las liturgias de los misioneros atañe directamente al periplo vital hacia la expiación de Mendoza.
No puedo afirmar con rotundidad que este sea el mayor esfuerzo compositivo en la larga trayectoria de Morricone (algunas piezas son discretos reciclajes de otras previas suyas), pero sí que es sabido que se trasladó una temporada a Londres para las grabaciones, contando allí con la ayuda del compositor y orquestador David Bedford y de miembros del grupo de sonido andino Incantation. La orquesta que interpretó la partitura fue la London Philharmonic Orchestra, junto al coro London Voices en los fragmentos correspondientes a los cánticos eclesiásticos, dirigido por Bedford. Como todos sabemos, The Mission no es solamente una de las cuatro o cinco bandas sonoras más apreciadas por el público de todos los tiempos, sino que su influencia ha traspasado con creces el ámbito meramente cinematográfico para tener su espacio incluso en recopilatorios generalistas de música new age o "relajante". Es uno de esos discos que hay que conocer a la fuerza. Está en Spotify. A continuación, una versión en concierto de varios fragmentos:
Mis agradecimientos a la estupenda web BSOSpirit por algunos detalles que desconocía.
Robert De Niro como Rodrigo Mendoza.
No puedo afirmar con rotundidad que este sea el mayor esfuerzo compositivo en la larga trayectoria de Morricone (algunas piezas son discretos reciclajes de otras previas suyas), pero sí que es sabido que se trasladó una temporada a Londres para las grabaciones, contando allí con la ayuda del compositor y orquestador David Bedford y de miembros del grupo de sonido andino Incantation. La orquesta que interpretó la partitura fue la London Philharmonic Orchestra, junto al coro London Voices en los fragmentos correspondientes a los cánticos eclesiásticos, dirigido por Bedford. Como todos sabemos, The Mission no es solamente una de las cuatro o cinco bandas sonoras más apreciadas por el público de todos los tiempos, sino que su influencia ha traspasado con creces el ámbito meramente cinematográfico para tener su espacio incluso en recopilatorios generalistas de música new age o "relajante". Es uno de esos discos que hay que conocer a la fuerza. Está en Spotify. A continuación, una versión en concierto de varios fragmentos:
Mis agradecimientos a la estupenda web BSOSpirit por algunos detalles que desconocía.
Cuando en alguna ocasión he pensado que Morricone, quizá, no es tan buen músico, que puede estar sobrevalorado en algunos momentos, me basta con repasar cuatro melodías o cinco de esta banda sonora para quitarme esas ideas de la cabeza. Una obra maestra como hay pocas.
ResponderEliminarUn saludo.
Otro pedazo de banda sonora. Los que tenemos ya unos años también la tenemos asociada a la "Ruta Quetzal", en la época de Miguel de la Quadra Salcedo, que la tenían como sintonía.
ResponderEliminarPor cierto, y ya que tanto te gustan las bandas sonoras. ¿Qué me dices de la de "Intocable" de Ludovico Einaudi? Reconozco que no conocía a este tío, pero creo que ha hecho unas estupendas composiciones para una película igualmente estupenda. Un Saludo. Jose A.