jueves, 22 de marzo de 2012

Michael Giacchino - JOHN CARTER


1. A Thern for the Worse (7:40)
2. Get Carter (4:26)
3. Gravity of the Situation (1:21)
4. Thark Side of Barsoom (2:56)
5. Sab than Pursues the Princess (5:34)
6. The Temple of Issus (3:25)
7. Zodanga Happened (4:03)
8. The Blue Light Special (4:13)
9. Carter They Come, Carter They Fall (3:55)
10. A Change of Heart (3:06)
11. A Thern Warning (4:04)
12. The Second Biggest Apes I've Seen This Month (2:36)
13. The Right of Challenge (2:23)
14. The Prize is Barsoom (4:30)
15. The Fight for Helium (4:35)
16. Not Quite Finished (2:07)
17. Thernabout (1:20)
18. Ten Bitter Years (3:13)
19. John Carter of Mars (8:54)

Después de la avalancha de entradas que dediqué a los Oscars el mes pasado, me propuse no tocar ninguna banda sonora este mes de marzo, pero he tenido que hacer una excepción. He preferido no esperar para haceros partícipes de la que, salvo sorpresas, podría ser una de las dos o tres mejores obras para películas que dé este año 2012. Se trata de la banda sonora de John Carter, la nueva película de Disney y encubiertamente un producto de PIXAR en el que se nota que han querido contar con un músico conocido. No nos olvidemos de que Michael Giacchino ya había compuesto las partituras de Los increíbles (2006), Ratatouille (2007) o la oscarizada Up (2009).

Michael Giacchino y Andrew Stanton.

John Carter es la adaptación realizada por el director Andrew Stanton y el guionista Michael Chabon de Una princesa de Marte, colección de historias publicadas por entregas en magazines pulp hace un siglo. El autor de aquellas historias de aventuras fue Edgar Rice Burroughs, creador también de Tarzán, que en este caso, y sin renunciar a los taparrabos, ambientó la historia en un planeta Marte tal y como se creía que era a comienzos del siglo pasado: un lugar habitado por una civilización probablemente en decadencia que en mejores tiempos había realizado gigantescas obras de ingeniería (canales, sobre todo), y que agonizaba por culpa de una gran sequía. La ciencia dejó atrás aquellas fantasías de astrónomo primerizo, aunque los relatos de John Carter -un veterano de la Guerra Civil Americana convertido por ciencia infusa en un señor de la guerra tras teletransportarse al planeta rojo- sobrevivieron para gozo de lectores jóvenes primero, y para disfrute de aficionados a la ciencia-ficción y la literatura de género en general, después.

 
La princesa Dejah Thoris y John Carter.

Mucho se ha hablado sobre los problemas durante la realización del filme, del montaje un tanto agresivo al que se ha sometido la pelicula para su estreno, y de su lógico parecido con películas de reciente éxito como Avatar; y digo lógico, porque al fin y al cabo tanto Avatar como la saga de George Lucas o los cómics de Flash Gordon son en esencia herederos de aquella historia divertidísima de Carter y sus exóticas aventuras marcianas. No se espera que la película se convierta en un éxito de taquilla, aunque al parecer sobran los motivos para considerarla una aproximación notable al material original. La banda sonora de Michael Giacchino es buena prueba de ello, ya que, si bien el músico ya ha sido bendecido con los máximos honores del gremio, entra aquí por la puerta grande en su mayoría de edad como compositor cinematográfico.

 
Carter se enfrenta a dos enormes gorilas blancos, de esos que todos sabemos que hay en Marte.

La banda sonora de John Carter es uno de esos trabajos que cualquiera calificaría como "de la vieja escuela". En una época en la que casi cualquier película de acción, aventuras o ciencia-ficción cuenta con esa música machacona, hueca y absurda de algún discípulo de Hans Zimmer (pensemos en los horrores gestados para Transformers o Piratas del Caribe), Giacchino echa una mirada atrás para ofrecernos una partitura clásica, clasicista para ser más exactos, digna de hace cuatro o cinco décadas, cuando gente como Maurice Jarre pintaba musicalmente aquellos enormes desiertos de Lawrence de Arabia con largas notas melódicas que, de algún modo, nos transportaban allí con mayor eficiencia que la mera contemplación del fotograma proyectado. Precisamente es aquella película de David Lean uno de los referentes estéticos de John Carter, y parece que Giacchino ha acertado plenamente con su enfoque musical.

Sí, en Marte hay ríos.

Hace algún tiempo publiqué una entrada sobre la idea de que Michael Giacchino pudiese ser el sucesor natural de John Williams. Ahora, escuchando su John Carter, no me parece tan difícil... y sin embargo, es el propio Giacchino quien mantiene prudentemente las distancias. Si Williams siempre ha procurado incluir en sus partituras  -o mejor dicho, en los CDs con las bandas sonoras- al menos un par de piezas arregladas para concierto, Giacchino sigue evitando estas formas de "lucimiento", y eso que para John Carter ha compuesto una melodía de esas que perduran en la memoria del cinéfilo. En una sola frase musical muy bien cerrada ha reunido la épica de Lawrence de Arabia, la solemnidad humanista del tema de John Dunbar, de John Barry, y el toque soñador, fantasioso, del John Williams de Hook o El imperio del sol, o hasta el suyo propio en la B.S.O. de Super 8. El tema se repite en numerosas ocasiones a lo largo del álbum publicado, desde el primer tema A Thern for the Worse hasta el conclusivo John Carter of Mars ("John Carter de Marte", nombre de la serie de publicaciones original), pasando por variaciones tan electrizantes como la que escuchamos en Gravity of the Situation, que parece una versión en clave de vals. Es el tema compuesto para el protagonista, encarnación musical de su nobleza y valentía, y representa a la perfección ese puntito brioso que hace distintas las buenas películas de género fantástico de las que no lo son. En lo musical al menos, se ha logrado plenamente transmitirlo.

Nativo de Barsoom, especialmente dotado para la mecanografía y el piano.

El exotismo de los habitantes de Barsoom (así llaman a Marte los marcianos), tribus beligerantes en su mayoría, se refleja en un uso discreto pero visible de percusiones variadas para dar color a temas como Carter They Come, Carter They Fall o The Temple of Issus, sirviendo de paso para otorgar cuerpo y dramatismo a las escenas de acción de la película. Para acentuar el lado fantasioso de ciertos momentos, Giacchino también utiliza algunos pequeños fragmentos con coros, aunque sin que lleguen a recitar letras propiamente dichas. Hay incluso una pieza con coros que parece funcionar como segundo o tercer leitmotiv de la partitura, con connotaciones misteriosas, como lo hay por ejemplo en las bandas sonoras de Indiana Jones para cada uno de los tesoros buscados. La mayoría del material recogido en el CD de John Carter corresponde a música incidental de acción y aventura difícil de desligar de las imágenes de la película (por ejemplo, la notable Sab than Pursues the Princess), aunque sigue habiendo lugar para algunas piezas dramáticas y/o místicas de gran intensidad como Thark Side of Barsoom (muchos temas del álbum parecen poseer juegos de palabras implícitos en sus títulos), The Blue Light Special o A Change of Heart, además de alguna otra, en las que Michael Giacchino parece encontrarse especialmente cómodo con su sección de cuerdas.

 
Cartel español de la película.

Concluyendo, podemos decir abiertamente que Giacchino se asoma, gracias a John Carter, al borde de precipicios por los que muchos músicos no han sabido o no han querido transitar, recogiendo lo mejor de generaciones pasadas de compositores de Hollywood y dotándolas de un brillo especial y muy actual, mezcla de las mejores fanfarrias heroicas de los ochenta con los sonidos contundentemente masculinos del cine clásico de aventuras. Sabe perfectamente cómo hacer viajar al oyente, y una vez te atrapa, te hace jugar su propio juego; un juego carente de efectismos innecesarios o cabriolas rítmicas, y basado sencillamente en el poder de la evocación y la habilidad para dotar a su música de ese "sentido de la maravilla" que convierte una banda sonora en un equivalente musical de la película a la que acompaña. Una genialidad, vamos. Y encima está en Spotify.

5 comentarios:

  1. Excelente post. Aunque todavía no le he echado una oreja a esta bso, porque contra todo pronóstico, a muchos aficionados al mundillo les ha decepcionado bastante, diciendo que recuerda DEMASIADO a 'Stargate' (que te recomiendo encarecidamente si aún no la has escuchado: la brillante entrada por la puerta grande de David Arnold en la industria) e incluso a algunos fragmentos Williamsianos de 'Tintin'. Pero la escucharé, seguro. Gracias a dios que Gia está ahí poniendo un poco de orden en una industria bastante podrida por la plaga extendida por la cohorte de Zimmer.

    ¡Saludos!

    PD: aprovecho para reiterarte la recomendación que te hice en el post de la bso de 'Dune': la escucha de la bso de un videojuego noventero llamado 'The Tone Rebellion' ;-)

    ResponderEliminar
  2. Hombre, Guillermo, ya te echaba de menos. La verdad es que no tenía ni idea sobre ese supuesto parecido con la música de Stargate. He visto esa película varias veces y me suenan varias de sus melodías, pero en principio no me viene a la cabeza ningún parecido más allá de lo lógico al ser películas con temáticas cercanas. Seguramente, la forma de proceder de los músicos de cine sea "instintiva" ante determinados argumentos o escenarios. La B.S.O. de Tintín la tengo más fresca, y tampoco veo las similitudes. Me informaré.

    No creas que no he intentado escuchar esa banda sonora de The Tone Rebellion que me recomendaste (creo que es de un tal Nenad Vugrinec, ¿no?), pero no he escuchado mucho más allá de algún pedazo en YouTube. Tampoco he conseguido bajar el disco (¿se supone que se publicó un disco?) para escucharlo a gusto y como debe hacerse.

    Seguimos en contacto, y gracias por pasarte.

    ResponderEliminar
  3. Sí, hubo un cd, probablemente puesto a la venta con el juego. Lo malo de los pedazos que hay en Youtube son extractos sacados "tal cual" del juego, con el consiguiente sonido cutre y sin remix, por lo que se alargan mucho y son bastante monótonos. En estos momentos lo estoy subiendo a Wetransfer, y en cuanto esté subido te pasaré por aquí el link para que puedas descargarlo cómodamente (tú y quien quiera, claro). Vamos, que no es nada sorprendente, pero como digo, es bastante evocador, y algo inusual para la época el componer con orquesta, coros y solitas para un videojuego.

    Cambiando de tema, sí, tal vez los parecidos de JC con Stargate se deban a las obvias construcciones melódicas "medio-orientales". Hace tiempo alguien me preguntó en Peliculeros por qué 'The Mummy Returns' de Silvestri le recordaba a 'Lawrence de Arabia'... :-Þ

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  5. No pongo en duda la originalidad del trabajo de Michael Giacchino, sobre todo porque tengo muy frescas algunas partituras suyas recientes, y esta se nota que encaja perfectamente en su evolución. Lo de las estructuras melódicas pseudo-arábicas creo que es ya un tópico recurrente, y aun así Giacchino lo utiliza con su barniz "mágico" y le otorga nueva validez.

    Mil gracias por el enlace. No me gusta andar eliminando lo que publicáis los comentaristas (nunca lo he hecho hasta ahora), pero hoy en día está la cosa fatal y prefiero ahorrarme disgustos. Lo tendré puesto un par de días y luego lo quitaré.

    ResponderEliminar