1. Speed Display (5:13)
2. Load (5:20)
3. Pitch Control (6:23)
4. All Repro (3:28)
5. Recall (8:34)
6. Search Zero (8:38)
Pensemos en el Krautrock de toda la vida. La cosa va de texturas musicales superpuestas, experimentos con secuenciadores, escasos atisbos de melodía, ambiente cósmico. ¿Qué pasa si a todo eso le añadimos unas percusiones de batería mondas y lirondas? Se llama Zero Set y salió a la venta en 1983.
Me lo encontré por ahí mientras me documentaba para la entrada que escribí sobre Conrad Schnitzler, y en cuanto vi el nombre de Moebius, Dieter Moebius el de Cluster, no me lo pensé. El disco me ha sorprendido, debo admitirlo. Hay quienes se han quejado amargamente de que algo tan excelso como la música electrónica alemana experimental de los setenta derivase -por esta rama- hacia algo parecido a una extravagante música de baile muy machacona. Proto-tecno lo han llamado, y quizá acertadamente si tenemos en consideración que en 1983 no se hacía nada parecido ni por asomo a la electrónica de club actual.
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| Moebius, Plank y Neumeier, no sé en qué orden. (Imagen extraída de exclaim.ca). |
También hay que decir que Zero Set es algo mucho más sutil y artístico que un mero ejercicio de chunda-chunda. Hay una intención, quizá no del todo lograda, de dar al trabajo un aire africano, como de danzas tribales pasadas por el filtro de la vanguardia europea. Mani Neumeier, procedente del grupo Guru Guru, es quien se encarga de tocar esa frenética batería que define el concepto del álbum, y Conny Plank (que seguiría en contacto con Moebius en otros trabajos) aporta las tareas del productor, que en esta clase de grabaciones hacen digno al mismo de figurar como coautor en la portada. Además, uno de los temas, Recall, contiene letras cantadas en sudanés por una/un tal Deuka.
Sinceramente, Zero Set es refrescante por su originalidad y debería ser bastante más popular de lo que es (por cierto, existe al menos una secuela) gracias a su carácter innovador, aunque su escucha de un tirón se hace un poco indigesta. Se disfruta mucho mejor si se escucha poco a poco, un tema de vez en cuando, ya que la hipnótica batería de Neumeier puede llegar a taladrarnos las sienes si abusamos. Dosificándolo un poco, disfrutaremos de un gran trabajo musical, accesible y hasta divertido, cosa inimaginable en otros álbumes del género. En Spotify.
Sinceramente me parece injusto que se considere a «Zero Set» como una mera vulgarización de la electrónica alemana, simplemente porque añade una batería a los secuenciadores. No obstante, la polémica suscitada en torno a Moebius a causa de lo poco «cósmica» que resulta su música se remonta a la aparición de ese «Zuckerzeit» de Cluster . Asmus Tietchens, en las notas de cierta reedición del mencionado álbum, explica que los seguidores de la música cósmica no lo recibieron del todo con buenos ojos. Y es que, en vez de encontrar largos viajes de electrónica planeadora, con las texturas, secuencias y capas de sonido superpuestas que mencionas, la propuesta de Moebius y Roedelius contenía un buen puñado de pistas que apenas superaban los tres minutos de duración –con alguna excepción que podría llegar a los seis. Precisamente, una de las peculiaridades del álbum, aparte del sonido rugoso y algo áspero de las piezas compuestas por Moebius, era la incorporación de una caja de ritmos cuya ecualización y motivos en varios de los temas parecían imitar de forma un tanto primitiva el sonido de una batería de rock. Nueve años después, «Zero Set» podría continuar esa especie de reivindicación –por llamarlo de alguna forma– de que la batería acústica no debe estar necesariamente reñida con la música electrónica. A día de hoy, parece que lo tenemos más que superado, pero entonces imagino que sería otro cantar…
ResponderEliminarPor otra parte, está la cuestión de la misteriosa cantante que aparece en «Recall» –mi corte favorito del disco, por cierto. A juzgar por la calidad del sonido de la voz, casi me arriesgaría a conjeturar –pero no a asegurar al cien por cien– que se trata de una grabación realizada lejos del estudio de Conny Plank, quizás al aire libre, quizás en el mismo Sudán. Algo me dice que estos chicos pudieron hallarla en algún archivo de música étnica, de manera que tampoco podemos saber si «Deuka» es una persona, un lugar o incluso una tribu. Llegados a este punto, es necesario mencionar que he escuchado el disco en Spotify y que, por lo tanto, no dispongo de la carpeta del disco con sus créditos y notas. Por eso, cualquiera que posea el disco me puede dar muchas vueltas al respecto. Dadas las circunstancias, se me ha ocurrido buscar «deuka» en Google. Aparte de unos cuantos resultados que no tenían nada que ver con el asunto, la página me recomendó buscar «dinka» y, no sé si se trata de una coincidencia, pero resulta que los Dinka son una etnia de Sudán.
En fin, no me quiero extender más. Un saludo y muchas gracias por recomendar músicas tan interesantes.
xxx
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