1. A Visiting Card (6:58)
2. The Fosse (7:54)
3. No Plans No Projects (5:20)
4. When the Line Grows Thick (5:17)
5. Usura (2:40)
6. Educes Me (16:42)
Habría que coger la -s final de Mertens y añadirla a la siguiente palabra para entender el título de este álbum: "Wim Mertens me seduce". Y sí que me seduce con trabajos tan emblemáticos como Educes Me (1988), un trabajo de los que mejor definen la labor del músico belga; un disco de los que le han puesto donde está.
Contraportada de la edición en vinilo.
Wim Mertens es, como todos sabemos, uno de los principales artífices de eso que de forma un poco vaga entendemos como minimalismo, y que es una rama de la música clásica contemporánea que, con los años, ha terminado -para bien, sin duda- arraigando como estilo en sí mismo que en muchos casos emparenta con la música popular. Con la clásica del siglo XX suele levantarse cierta polvareda a la hora de acercarse a públicos amplios. No pienso que los artistas estén ahí para echar carnaza a los pesebres del mainstream cutre, pero quienes hemos tenido oportunidad de escuchar detenidamente algunos trabajos definitorios de la gran música académica de nuestro tiempo admitimos que muy a menudo queda lejos de lo que el hombre de a pie consigue digerir. El minimalismo no surge en absoluto como forma de aproximación al público en el momento de su génesis, pero desde luego hay que admitir como un hecho obvio el que las obras de Steve Reich o Terry Riley poco tienen que hacer al lado de las de Mertens a la hora de entusiasmar a audiencias heterogéneas. Mertens ha logrado depurar una forma de hacer música que, más allá de adscripciones e ismos, llega perfectamente a aficionados a la música que tengan una mínima inquietud por escuchar cosas nuevas, y de ello dan testimonio los auditorios abarrotados que le reciben en cada uno de sus frecuentes conciertos, por ejemplo aquí en España. Si su música fuese un poco mejor promocionada por los mejores medios informativos actuales, se estarían tendiendo puentes inquebrantables hacia un nuevo gusto musical entre el público masivo.
When the Line Grows Thick, en vivo.
Educes Me no es precisamente el disco más alegre ni luminoso de Wim Mertens, aunque sí contiene algunos temas claves de su repertorio, como las notas de piano de The Fosse (variación mucho más triste del tema de Maximizing the Audience) o los extraños ejercicios vocales a capella de Usura. Se trata de un trabajo bastante intimista, melancólico incluso, con predominancia de lo vocal y un peso específico del arpa (ahí queda esa portada) que no necesariamente adquiere tanta fuerza en otros trabajos suyos. El tema que da título al disco, por ejemplo, es un solo de arpa bastante más centrado en los silencios entre notas que las notas mismas, un poco difícil de apreciar por su excesiva duración y su linealidad. El minimalismo personal de Wim Mertens está vivo aquí tanto en el carácter "horizontal" de las melodías como en el mismo planteamiento sencillo y reflexivo de la obra, aunque se dan momentos en que podemos ver que, tal como el propio músico siempre ha proclamado, bebe de las fuentes de Philip Glass y compañía; ahí está When the Line Grows Thick para demostrarlo. Los instrumentos también son muy pocos, muchos de ellos interpretados por el propio autor: el arpa ya mencionada, el piano, varios tipos de flauta y clarinete, el saxofón, un sintetizador (un poco rara su inclusión en No Plans No Projects) y las voces de Wim Mertens, Anne Mertens, los Malufi Singers, Anne Crabbe, Chris Nieuwenhuysen y Rika Joris.
Otra edición, esta vez con el título en la portada. Igual por lo demás...
Ningún novato debería empezar a aproximarme a la obra de Wim Mertens con Educes Me, pero lo debería abordar una vez hubiese apreciado con justicia trabajos como los ya comentados Maximizing the Audience o Jardin Clos. Merece la pena, y puede que con el tiempo este prolífico compositor e intérprete termine estando donde debe. En Spotify.
La verdad es que me considero realmente afortunado y digo esto porque, antes de abandonar la casa en la que vivía con mis padres, pasando de estudiar a trabajar, pasé unos años (a mediados de los 80) introduciéndome en esas "otras músicas" que me hicieron ver que había algo más en el panorama musical vivo aparte del pop, rock, tecno, punk, etc. Gracias al programa de Ramón Trecet descubrí, entre otros, a este músico belga que sonaba muy distinto a todo lo que había escuchado hasta entonces. No se parecía a nada con qué emparentarlo (aunque nunca comprendí esa maldita manía de etiquetarlo todo). Con la manía que le tenía a la música clásica que escuchaba mi padre, quién me iba a decir a mí que me iban a gustar las composiciones de Mertens. Incluso el uso del falsete llegó a cautivarme tremendamente.
ResponderEliminarEste señor es un genio y disfrutar de su música es un verdadero placer.