1. Anthem of the Trinity (9:25)
2. Cellestial Valley (11:32)
3. Across the Lake of the Ancient World (7:26)
4. Desert of Ice (15:13)
Terry Riley se toma el minimalismo muy en serio. No basta con reducir al máximo la melodía o reutilizarla en forma de bucle; no es suficiente con prescindir de arpegios innecesarios; también puede interpretarse toda una obra del tamaño de una sinfonía utilizando un órgano Yamaha.
Fue en 1975 cuando Radio Bremen encargó a Riley, figura eminente del minimalismo norteamericano, la composición de una obra original para ser interpretada en esta emisora de radio de la antigua República Federal de Alemania. Terry Riley, que ya había sentado las bases de su estilo con composiciones de referencia como In C (1968) y A Rainbow in Curved Air (1969) realizó este Shri Camel, todavía más extravagante si cabe. Por cierto, no fue publicado en disco hasta 1980. El músico californiano siempre ha sido una mezcla extraña de gurú hippy orientalista (estudioso muy serio de la música de la India) y músico clásico contemporáneo en sentido estricto, y este trabajo es un buen ejemplo de tal combinación estilística. No es precisamente una obra sencilla de escuchar, aunque puede comprenderse bastante bien si la asociamos a ese mundo amalgamado de meditación trascendental y new age que el mundo occidental ha creado mediante el reciclaje de los sonidos que llegaban de Asia en aquellos años locos de hace cuatro décadas.
Terry Riley
Mediante un tratamiento sutil pero efectivo, Riley consigue que la forma en que hace alternarse a los sonidos de su teclado suene india, casi como una raga, y además le añade bastantes efectos como de campanillas, mínimas percusiones étnicas cristalinas aquí y allá. Shri Camel está dividida en cuatro temas, aunque en una primera escucha no terminamos de entender qué necesidad había de dividir la grabación en cuatro cortes cuando todos suenan prácticamente igual. Hace falta una segunda -y una tercera- aproximación para apreciar que hay más diferencias de las que uno advierte al principio, sobre todo haciendo parecer a los dos últimos temas levemente más pausados que los anteriores. Algo parecido sucede con la estructura de cada uno de los temas, que superficialmente parece una mera repetición cíclica de patrones y, solamente cuando la escuchamos con atención, nos damos cuenta de que hay más cambios y más diversidad sonora de la que pensábamos. Los títulos de los temas también ayudan a que nuestra imaginación fluya, por ejemplo imaginando un lago en los fondos estáticos y profundos de Across the Lake of the Ancient World, o entre brillantes cristales de hielo en Desert of Ice. Esta diversidad relativa, no obstante, no nos saca en ningún momento del ambiente creado por Riley, denso y estático pese a su flujo constante. Existe una grabación en YouTube que presume de ser la interpretación íntegra en vivo del disco, con un tipo -que no sé si es Riley o no, pese a las pintas- tocando un teclado con gorro de pescador dominguero. No lo cuelgo completo, primero porque no conozco su origen, y segundo porque la baja calidad del sonido no ilustra bien lo que escuchamos en el álbum. Así comienza:
Creo que me he puesto demasiado espeso, así que terminaré recomendando Shri Camel a los amantes de la música ambiental. Riley no creo que se considere a sí mismo dentro del género ambient, pero desde luego se le ha dado muy bien, aun de forma involuntaria.
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