1. From East to West (4:10)
2. Voyageur (4:36)
3. Incognito (4:24)
4. Page of Cups (7:00)
5. Boum Boum (4:30)
6. Total Eclipse of the Moon (2:16)
7. Look of Today (3:44)
8. In the Shadow, in the Light (5:33)
9. Weightless (2:18)
10. The Piano (3:00)
11. Following the Sun (5:48)
Caminando yo desprevenido por una gran superficie allá por 2003 me encontré como por azar con este Voyageur, quinto lanzamiento de Enigma, sin tener ni la menor idea hasta aquel momento de que el disco existía. Lo compré inmediatamente (soy de los que todavía compran algunos CDs) y lo escuché al volver a casa. Me dejó frío. Después me olvidé un poco de él, dando ya por muerto a Michael Cretu al considerar que la última vez había publicado The Screen Behind the Mirror, que tampoco terminó de calarme hondo, y sobre todo dos recopilatorios, uno de ellos de remixes, nada atrayentes -para mí por lo menos- que tenían sabor a canto del cisne. En fin, que a otra cosa. Después, con el tiempo, conocí lo que otros aficionados pensaban sobre Voyageur, y le concedí una segunda oportunidad.
Portada del single Voyageur.
Suele decirse que Voyageur es el disco más "único", más "distinto" de la saga Enigma, creo que en palabras del propio Cretu, el músico-productor-cantante responsable. Y es verdad, porque las claves que hicieron de Enigma todo un fenómeno en los noventa, aquel gregoriano de MCMXC a.D. y aquellos sonidos tribales y étnicos de The Cross of Changes y Le Roi Est Mort ya no están aquí. Es un acto de valentía, y eso hay que admitirlo sin peros, dejar a un lado un estilo que te ha convertido en multimillonario para realizar una apuesta distinta en pro de la experimentación y la evolución artística. El proyecto Enigma es acusado, seguramente a causa de tantos discos de tercera clase que se aprovecharon de su nombre y su estética, de hacer una música ramplona, un new age pseudo-místico barato y fácil que podría perfectamente venderse en gasolineras o aterrizar de un día para otro en los enormes canastos metálicos del Carrefour (vaya, ahora recuerdo dónde compré Voyageur), aunque si hacemos el esfuerzo de ignorar toda aquella hojarasca discográfica oportunista nos encontramos con una iniciativa musical muy interesante, estimulante, siempre un par de pasos por delante de lo que se estaba haciendo en el campo de la electrónica y con un elegante sonido europeo distintivo. Voyageur es su tímido salto al pop.
Y digo tímido porque no es totalmente pop, en absoluto, sino una mezcla de lirismo new age y ritmos urbanos que se escapa del medievalismo de obras anteriores. Hay muchos temas cantados, alguno instrumental, y sobre todo una sensación de sencillez que no funciona nada mal. El álbum comienza con From East to West, etérea y muy delicada al principio hasta que se funde con las famosas notas introductorias de todo trabajo de Enigma, que a su vez revela ya un ritmo potente que continuará entre efectos sonoros y notas de piano hasta el final del corte. El segundo tema, Voyageur, fue escrito por Cretu y su guitarrista habitual Jens Gad. Es una pieza totalmente contemporánea, muy bien compuesta y elegida como primer single, con algunas voces dispersas que repiten el título.
Vídeo oficial de Voyageur.
Vídeo oficial de Boum Boum, en versión remix.
Incognito empieza con alguien cantando a lo beatbox, melodía de fondo sobre la que canta Cretu con la voz muy tratada. Hacia el final va creciendo en calidad gracias a unos fondos realmente inspirados. Page of Cups parece contener un sample modificado del tema Turn Around del recopilatorio LSD, sobre el que canta Sandra Cretu muy sensualmente y con resultados más bien sosos.
Portada de Boum Boum.
Boum Boum es una canción pop sin demasiados aspectos interesantes que comentar por mi parte, aunque sí merece atención Total Eclipse of the Moon, una canción muy bonita, prácticamente un himno en su concepción, con un violín sintético y algunos coros épicos también sintéticos como acompañamiento, tal vez lastrada por las escasas cualidades vocales de Michael Cretu. Look of Today también podría haber sido un single -no lo fue- gracias a su estupendo ritmo, aunque tampoco es nada especialmente original. In the Shadow, in the Light es un corte chill out interesante, muy cuidado a nivel de producción pero que suena un poco a material de relleno. Encaramos la recta final con Weightless, puro ambient sensual en un buen tramo, más chill out hacia su segunda mitad; The Piano, instrumental con una de las mejores y más memorables melodías del disco en uno de sus mejores temas, por extensión; y finalmente Following the Sun, quizá un poco ostentosa después de una segunda parte del álbum bastante relajada.
Portada de Following the Sun.
Voyageur no es el mejor álbum de Enigma, aunque dista bastante de ser el peor. Desde luego, su carácter único hay que reconocérselo, pero me parece que es precisamente por eso, por esa ausencia de representatividad respecto a las claves del proyecto musical, por lo que se mueve en la cuerda floja entre lo que gusta a los fans y lo que no, lo que se puede ver como un maduro cambio de aires y lo que podría antojarse como una simplificación en pro del chill out corriente. Yo lo recomiendo tranquilamente por sus vaporosas atmósferas, aunque en ningún caso creo que sea el primer disco de Enigma que alguien deba escuchar para saber de qué va el invento.
Por cierto, el álbum en CD no tiene carpetilla en la portada, sino que la ilustración que encabeza esta entrada va literalmente pintada sobre el plástico de la carcasa. Lleva, eso sí, un pequeño libreto de papel en forma de disco, debajo del propio CD. Qué inventos...
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