1. De Profundis (24:50)
2. Out of the Depths (14:07)
3. Hear my Plea (9:30)
Como ya sabéis los lectores del blog, no soy un especial fanático de la música new age en su estado más puro. No es que la odie o que me parezca censurable, pero tiendo a buscar cosas algo más ricas y elaboradas que las que suelen encontrarse en los álbumes new age al uso, aquellos que sirven lo mismo para curarte una hernia discal que para olvidarte de los gritos de jefe y la maldita crisis económica. No obstante, a veces quedo sorprendido con cosas que no esperaba. Eso es lo que me ha pasado cuando, por primera vez y hace muy pocos días, he escuchado un par de álbumes de Terry Oldfield, uno de los músicos más importantes y prolíficos del género.
Terry Oldfield se metió en el mundillo de las músicas terapéuticas en los '70 tras participar en un grupo de exégesis (una escenificación del renacer a una nueva vida espiritual), en la que se le pidió que compusiera piezas musicales que pudiesen acompañar a las sesiones de terapia. La cosa debió irle bien, ya que abandonó el "folk más o menos en sentido amplio" con el que, dando tumbos, iba procurando hacerse un hueco en la música británica sin tener que aprovecharse eternamente de su apellido. El flautista Terry Oldfield es hoy en día poco menos que el gran gurú de la new age relajante, gran maestre de la secta del reiki y sumo sacerdote en la logia de los chakras, y eso podría haberle convertido para mí en un compositor a evitar. Pero resulta que, realizando discos que cumplen perfectamente con sus propósitos de meditación e introspección (puede hacerse seguramente un muy buen yoga con ellos), la música de Oldfield posee una alta calidad que la hacen digna de ser apreciada perfectamente por sus cualidades artísticas, y no solamente por las curativas. Investigando un poco por encima, he tenido la impresión de que este Out of the Depths (1993) es uno de sus álbumes más conocidos. Me ha gustado más algún otro como Illumination, pero he preferido decantarme por esta obra, por razones de popularidad y porque me permite enlazar con algún tema para escuchar (Goear, Youtube...) sin tener que remitirme al Rapidshare.
Terry Oldfield se metió en el mundillo de las músicas terapéuticas en los '70 tras participar en un grupo de exégesis (una escenificación del renacer a una nueva vida espiritual), en la que se le pidió que compusiera piezas musicales que pudiesen acompañar a las sesiones de terapia. La cosa debió irle bien, ya que abandonó el "folk más o menos en sentido amplio" con el que, dando tumbos, iba procurando hacerse un hueco en la música británica sin tener que aprovecharse eternamente de su apellido. El flautista Terry Oldfield es hoy en día poco menos que el gran gurú de la new age relajante, gran maestre de la secta del reiki y sumo sacerdote en la logia de los chakras, y eso podría haberle convertido para mí en un compositor a evitar. Pero resulta que, realizando discos que cumplen perfectamente con sus propósitos de meditación e introspección (puede hacerse seguramente un muy buen yoga con ellos), la música de Oldfield posee una alta calidad que la hacen digna de ser apreciada perfectamente por sus cualidades artísticas, y no solamente por las curativas. Investigando un poco por encima, he tenido la impresión de que este Out of the Depths (1993) es uno de sus álbumes más conocidos. Me ha gustado más algún otro como Illumination, pero he preferido decantarme por esta obra, por razones de popularidad y porque me permite enlazar con algún tema para escuchar (Goear, Youtube...) sin tener que remitirme al Rapidshare.
Terry Oldfield
Seguramente no fue Terry Oldfield ni el primero ni el último músico que incluyó sonidos de ballenas -proverbialmente místicos- en un álbum de música relajante. Escuchamos estos cánticos en todos los temas, y también en De Profundis y Hear my Plea predomina una voz solista femenina (Imogene Moore) que les da estructura de canción ritual que suena un poquillo dulzona de más. Y especialmente en Out of the Depths se luce Oldfield como estupendo flautista, con melodías muy muy sencillas, pero que funcionan muy bien entre el lento oleaje y la verborrea de los cetáceos, creando un ambiente verdaderamente majestuoso y evocador con la ayuda de unos muy bien empleados efectos sonoros y sintetizador. Creo yo que Terry Oldfield debe mucho en su estilo al pionero Paul Horn y sus experiencias en famosos edificios de la antigüedad, aunque el músico que nos ocupa tiene un estilo propio menos improvisado que el del autor de Inside.
Pero lo más importante que yo destacaría en la obra de Terry Oldfield, sobre todo si tenemos en cuenta que sus habilidades como compositor e intérprete no son ni mejores ni peores que las de otros músicos del género, es que en sus discos está especialmente cuidada la producción. Puede parecer algo secundario, pero al final, cuando uno tiene que emitir un juicio personal sobre una obra musical del campo new age estándar, el hecho de que suene demasiado casera, demasiado a "organillo casio a pilas adquirido en el todo a cien" suele pesar demasiado. Hay muchos discos new age que, aun mostrando una riqueza artística por encima de la media, se quedan en casi nada por contar con producciones pobres o poco trabajadas. A Terry Oldfield le pasa lo contrario, porque parece tomarse muy en serio y si a eso le añadimos que compone con eficacia la clase de música que se espera de él, nos encontramos con que es merecidamente un personaje de referencia.
Quiero aprovechar la ocasión, ya que estamos, para reivindicar la labor de este músico frente a cierta mala prensa que creo que le acompaña. Suele ocurrir, sobre todo entre los fans de su hermano Mike, que la imagen de Terry se vea dañada por las malas relaciones entre ambos. Mike ha acusado varias veces a su hermano, no sé si del todo en serio, de ser un mercenario musical que compone para ganar dinero. La verdad, si puede acusarse a alguien de tacaño o de materialista por comer del propio trabajo, por mucho que se trate de un trabajo de tipo artístico o creativo, apaga y vámonos.
Para mi es el mejor disco de Terry Oldfield y he escuchado bastantes, algunos muy buenos por cierto.
ResponderEliminarSí, gracias al cielo encontré hace ya dos o 3 años, Reiki Harmony, que me encanta y realmente funcionó para mí, estoy gratamente muy sorprendida. Y ahora probaré el que recomiendas, muchas gracias!
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