Antes que nada: ni estuve en el Palacio de los Deportes de Madrid ni me enteré de que Peter Gabriel actuaba allí anoche, de no ser por el Telediario. Vaya eso por delante, sobre todo teniendo en cuenta el enorme chorro de comentarios que surgieron de mi entrada sobre el concierto de Jean Michel Jarre en Santiago de Compostela. Por eso, porque no pretendo ofrecer ni críticas de primera mano ni atacar a los medios informativos españoles, que esta vez sí dieron a la noticia su merecida importancia, recomiendo a los verdaderos fans de Gabriel que amplíen la información acudiendo a páginas de información general propiamente dichas. Eso sí, he tenido que hacerme eco del evento sobre todo por una cuestión de no dejarlo pasar, sobre todo teniendo en cuenta que en su día realicé mi propia crítica del álbum que constituyó su base: Scratch my Back. La actual gira de Peter Gabriel lleva por título New Blood ("Sangre nueva").
Cartel promocional del concierto de Londres (petergabriel.com).
Al parecer, fui bastante benevolente con este extraño disco de versiones, sobre todo teniendo en cuenta que hay muchos críticos que -sin que pueda yo quitarles la razón del todo- lo ven como una excentricidad de artista mítico un tanto ocioso. Según cuenta por ejemplo Carlos Gosch en Yahoo Noticias y ABC, el concierto ofreció una visión algo oscurantista de los temas versionados en el último disco de Gabriel, aderezada por una puesta en escena efectiva. En otros casos (pongamos Pablo M. Beleña en Diariocritico) se quedan sobre todo con la segunda mitad del concierto, con los temas clásicos del repertorio del artista, en detrimento de una primera parte (Scratch my Back casi al completo) que pudo resultar algo pesada.
El aforo no se completó, y por el vistazo que he echado a algunos de los artículos que he encontrado, las opiniones son claramente dispares. Esta noche, Gabriel repite en Barcelona.
Solsbury Hill, ayer. Cuidado con el mareo.
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