1. Bayreuth Return (30:32)
2. Wahnfried 1883 (28:38)
Klaus Schulze siempre ha sido un seguidor del músico Richard Wagner. En 1975 le dedicó este Timewind, considerado por muchos expertos como su gran obra maestra. Está claro que es uno de sus grandes álbumes, pero estas alabanzas suelen venir de los Estados Unidos, donde fue el único de sus discos publicado durante muchos años, y no había con qué compararlo. Pudo servir este Timewind, dando un paso atrás para observar la carrera de Schulze, como su bisagra personal para pasar del Krautrock a la llamada Escuela de Berlín, estilo el segundo que es heredero del primero, si bien con un toque más cósmico y depurado.
Carpeta interior de Timewind.
De nuevo nos encontramos, como siempre ocurre con esta clase de disco, con las innumerables críticas que se centran en su apartado técnico: que fue el primer disco de Klaus Schulze en el que utiliza un secuenciador, que hay un sintetizador Moog para crear melodías dispersas, etc. Pero a mí me gusta más hablar de a qué suena cada obra, y este Timewind me resulta un disco, digamos, de sonido tridimensional. Como si de una película en 3D se tratase, los efectos sonoros del álbum (sobre todo el efecto de "viento" de Bayreuth Return) parece emerger de algún lugar situado entre el oyente y el altavoz, estirando al máximo las ya de por sí sorprendentes posibilidades del sonido en estéreo. Los demás temas del álbum abundan en esta punzante calidad sonora, ya que en algún momento la música parece volverse algo que podamos tocar físicamente con las manos.
Bayreuth Return es una pieza improvisada en el estudio de grabación, apoyada en un patrón rítmico impuesto por el ya mencionado secuenciador, con algunos sonidos de cuerdas y salpicón de efectos sonoros. Wahnfried 1883, por su parte, es un tema algo más complejo e intencionado, con varias capas de música superpuestas y un tono más lento.
Klaus Schulze manipulando un armatoste de los de antes.
¿Y qué pinta Richard Wagner en todo esto, si era un compositor clásico que poco o nada tenía que ver con los delirios espaciales y electrónicos del Krautrock? Pues primero los títulos de los temas: Bayreuth es el lugar donde nació Wagner y donde está situado el auditorio que él mismo concibió como escenario perfecto para su ciclo operístico El anillo del nibelungo; y Wahnfried es el nombre de la casa del músico en Bayreuth, donde descansa precisamente desde 1883. Y en segundo lugar, Wagner está vivo en Timewind porque el segundo tema contiene un ejemplo de "leitmotiv", un tema de los que utilizaba Wagner para identificar musicalmente un sentimiento o incluso un personaje, que va sufriendo pequeños cambios a lo largo de la pieza pero que, en términos generales, preside toda la composición. No creo que esto sea fácil de apreciar, sobre todo considerando lo que esta gente de la electrónica setentera alemana entendía por melodía. Lo que sí me parece más tangible es la idea que preside Timewind: hacer que el oyente sienta que se ha detenido en el tiempo, que el universo a su alrededor permanece estático, al menos mientras duran las piezas.
Nótese que las dos primeras piezas que apunto arriba formaban parte del Timewind original, y que Klaus Schulze añadió otras tres para su reedición en CD doble: Echoes of Time, Solar Wind y Windy Times. Aparte del parecido de Echoes of Time con Bayreuth Return, no acabo de encontrar más razones por las que el músico metió las tres piezas en el paquete, aunque tampoco se muy bien por qué no debería hacerlo. Es un gran álbum, bastante más llevadero que las anteriores propuestas del alemán. No he encontrado temas en Goear, así que podemos pasar al sustitutivo aunque insatisfactorio mundillo del mp3.
Dos temas unicos e irrepetibles. El disco es una joya que aunque pasen los años (ya muchos) no me canso de escuchar
ResponderEliminarExiste una reedición del disco según en la página en el 2000
ResponderEliminarhttp://www.klaus-schulze.com/disco/1752ti.htm
Según desde su percepción, vale la pena hacer la inversión en adquirir esta obra?
Un saludo, señor Conde.
ResponderEliminarEn mi blog, Astillas de realidad he publicado una entrada sobre la música de Klaus Schulze (http://astillasderealidad.blogspot.com.es/2013/07/klaus-schulze-musica-desde-mas-alla-del.html) en la que me he permitido citarle.
Muchas gracias por este excelente blog.
DESDE LUEGO,QUE AUN PERTENECIENDO A SU PRIMERA EPOCA,ES UN TRABAJO INVOLUTO Y PERFECTO,QUE SE DEBERIA ESCUCHAR.UNA SUTILEZA DE SONIDOS ENMARAÑADOS CON EFECTOS,UN ALBUM,QUE TODO FAN DE LA ME,DEBERIA TENER EN SU COLECCION PRIVADA.EXCELENTE MR,SCHULZE!!!!!!
ResponderEliminarHoy no es mi día. Hace un rato crucifiqué a Rick Wakeman, en el comentario de su "Viaje al Centro de la Tierra" y ahora le toca el turno al señor Schulze. La única comparación entre ambos teclistas es que en el mismo día hago dos comentarios en este blog, nada más.
ResponderEliminarHe escuchado mucho a Klaus Schulze, desde las primeras obras hasta más allá de iniciado el presente siglo. Me parece un pionero en su género y merece todos mis respetos, tanto su música como todos sus seguidores (faltaría más). Este disco en concreto lo compré en CD y tengo alguno en vinilo (como el siguiente "Moondawn", que por cierto sí me gusta), pero por más que lo he intentado no disfruto de la música de este hombre. Lo siento de veras. Como decía aquel..."yo quería que me gustase", pues yo digo lo mismo, lo he intentado con ahínco, pero no, no lo consigo.