1. Equinoxe Part 1 (2:24)
2. Equinoxe Part 2 (5:02)
3. Equinoxe Part 3 (5:15)
4. Equinoxe Part 4 (6:47)
5. Equinoxe Part 5 (3:48)
6. Equinoxe Part 6 (3:23)
7. Equinoxe Part 7 (7:07)
8. Equinoxe Part 8 (5:21)
Equinoxe (1978) es el álbum perfecto de cualquier músico de vanguardia que acabe de consagrarse. Me refiero a que, después de la aclamación planetaria de Oxygene (1976), en la que Jarre se la jugó con una composición llamada al éxito total o al más absoluto fracaso, ya no existía el temor de no convencer o de errar el tiro, aunque sí el enorme riesgo que supone el convertirse en flor de un día. El mundo de la música está lleno de artistas de un solo éxito, y el peligro estaba ahí. Pero no. En este segundo opus, el francés cuenta con un respaldo total, tiene la mente llena de las ideas que se le agolpan durante años, y no se ahorra esfuerzos a la hora de hacer que cada uno de los ocho movimientos sea en sí mismo un tema redondo. Nada de temas de transición como los que aparecen en otras obras de Jarre y, a mi juicio, en el previo y ligeramente inferior Oxygene.
Videoclip oficial de Equinoxe V.
Y el de Equinoxe IV.
Equinoxe es un álbum de resonancias espaciales, cósmicas, seguramente influido en mayor o menor medida por la fiebre OVNI que por aquel entonces saturaba la cultura popular. También tendrían mucho que ver la habitual grandilocuencia de Jarre y su gusto por la ciencia-ficción a raíz, como en el caso de muchos músicos de su generación, del fenómeno estético que supusieron los estrenos de películas como Star Wars y Encuentros en la tercera fase (1977), y sobre todo 2001: una odisea del espacio (1968). Si la literatura y el cine ya habían visitado otros planetas, la música también podría hacerlo. Y Jarre suele viajar en primera clase, con su maravilloso sonido de sintetizador analógico en la maleta. Hoy Equinoxe suena como uno de los máximos exponentes de la música cósmica junto con Albedo 0.39 de Vangelis y la "etapa rosa" de Tangerine Dream, ilustrando a las mil maravillas aquellos mundos espaciales de ciencia-ficción. Hay quien argumenta que Equinoxe ha pasado a sonar como la música de algunos videojuegos, y sería interesante hacer una comparativa entre la música que entonces hacía gente como Jean Michel Jarre y la que sonaba en los primeros juegos domésticos que entonces se iban haciendo populares.
Equinoxe 1 funciona como una emocionante introducción misteriosa, seguido de un segundo y un tercer tema ambientales y muy inspirados. El tercero es especialmente interesante por su atmósfera flotante y minimalista, muy evocadora. Como es costumbre en los discos de Jarre, Equinoxe 4 es un single seguro, con un ritmo muy potente y una interpretación virtuosa. Y quedan Equinoxe 5 y Equinoxe 7, todavía más espectaculares y rítmicos si cabe, y perfectamente hilados por el hipnótico Equinoxe 6. Equinoxe 8, también conocido como Band in the Rain, termina la sinfonía con el sonido de una banda de música (sintética, por supuesto) que continúa tocando bajo una fuerte tormenta, hasta concluir del todo con un reprise minimalista de Equinoxe 5. La satisfacción del oyente es máxima, y no sobra ni un segundo de todo el disco.
Fotografía de la contraportada original.
Equinoxe 1 funciona como una emocionante introducción misteriosa, seguido de un segundo y un tercer tema ambientales y muy inspirados. El tercero es especialmente interesante por su atmósfera flotante y minimalista, muy evocadora. Como es costumbre en los discos de Jarre, Equinoxe 4 es un single seguro, con un ritmo muy potente y una interpretación virtuosa. Y quedan Equinoxe 5 y Equinoxe 7, todavía más espectaculares y rítmicos si cabe, y perfectamente hilados por el hipnótico Equinoxe 6. Equinoxe 8, también conocido como Band in the Rain, termina la sinfonía con el sonido de una banda de música (sintética, por supuesto) que continúa tocando bajo una fuerte tormenta, hasta concluir del todo con un reprise minimalista de Equinoxe 5. La satisfacción del oyente es máxima, y no sobra ni un segundo de todo el disco.
Contraportada del CD. Michael Jackson debió cogerla chaqueta, teñirla de rojo y sacarla en Thriller.
Por delante quedaba la transición al mundo de los sintes digitales de Magnetic Fields (1980) y otras obras maestras por parte de Jean Michel, pero para entonces habría terminado aquella década, la verdadera edad de oro de la imaginación musical que fueron los años '70. Lo bueno de estos discos es precisamente el que no tardasen en sonar un poco "desfasados", un poco "retro". Eso nos recuerda que en cada época de nuestro pasado miramos al futuro con distintos ojos.
Tienes toda la razón, este es un album perfecto. Si Oxygene era bastante bueno, este es de hecho casi mucho mejor. Un clasicazo. Qué listo y cuánto talento echó en este segundo trabajo. La verdad es que se la jugaba y estuvo a la altura sin lugar a dudas. Para mí el quinto corte sigue siendo mi tema preferido del francés.
ResponderEliminarMuy buen comentario...Lo que aún sigo sin dilucidar es el significado real de la tapa....son curiosos intentando ver ovnis?...o quizás sea un misterio eterno.
ResponderEliminarPues mira tu por donde la respuesta a esa cuestión la tienes en el último trabajo del francés.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarTodavía recuerdo cuando compré aquella cinta de cassette de Equinoxe en la clásica tienda de discos de calle, cuando los grandes centros comerciales eran todavía escasos y recuerdo con cariño como cuidaba aquellas primeras cintas que me compraba a principios de los años 90, las primeras de Jean Michel Jarre.
ResponderEliminarRecuerdo que me compré The Concerts In China, Oxygene y Magnetic Fields, pero quería Equinoxe, cuando me la compré empecé a alucinar en colores, hasta me hacía copias para no romper la original de tanto ponerla en el walkman, recuerdo que me la ponía para estudiar y en los momentos de descanso, cuando salía a la terraza a respirar mientras llovía en aquellos otoños prenavideños, era magia, era música para soñar despierto, era Jean Michel Jarre haciendo lo que sabía hacer, hacer soñar a quien le escuchaba mientras observa el mundo que le rodea mientras llueve o haga sol, observando la naturaleza o las estrellas en verano, es un mago del sonido y desde entonces ya no he podido dejar de escucharle, desde el año 1993, cuando compré este disco, después vinieron otros como Vangelis, Oldfield, Tangerine Dream,...
Soy fan de Jean Michel Jarre y tuve el gusto de verlo en vivo en Luna Park,muy a mi pesar creo que es masón y la tapa de Equinoxe representan grises demonios observándonos,el escenario representa el de nuestras vidas donde actuals sin darnos cuenta que desde otra perspectiva nos vigilan,los binoculares representan mensajes subliminales tales como "te vemos","te observamos",y son en cierto sentido dos letras O (Origen de la Oscuridad si leen sobre el cubo negro saturno satanás) Don los Vigilantes,ángeles caídos,él sabe perfectamente quienes son y de que se alimentan,en Equinoxe 5 hace contacto visual con estas entidades que se materializan en los árboles,soy investigador ovni y junto a mi colega Irsiger Osvaldo Rubén los hemos captado en fotografías,lo único que deben saber es que provienen del infierno y huyen en nombre de Jesús,vean Comunión no Santa de Alexander Backman y la entrevista a Joe Jordan,sé que es un blog musical excelente y repito que amo la música del señor Tinaja pero ya no quedan dudas que hizo un pacto conciente o no de ello con Lucifer.
ResponderEliminarAcabas de ganar el premio al comentario que más me ha sorprendido en más de 10 años de existencia del blog. Guau!
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