sábado, 23 de enero de 2010

Steve Reich - MUSIC FOR 18 MUSICIANS


1. Pulse - Sections I-X - Pulse (56:33)

Quienes todavía no estamos familiarizados del todo con la rama dura del minimalismo seguramente pensaremos que esta partitura del estadounidense Steve Reich se parece bastante a aquella otra llamada In C, de Terry Riley. Y no andaríamos desencaminados, porque ambas obras comparten una concepción de la obra musical como una entidad viva y única, dependiente de las personas que la interpretan y lo que sean capaces de hacer en ese momento. Para no irme directamente a decir si me gusta o no, diré que la obra, según Reich y la Wikipedia, no tiene por qué ser necesariamente interpretada por 18 músicos (en teoría cello, violín, dos clarinetes, cuatro pianos, tres marimbas, dos xilófonos, un metalófono y cuatro vocalistas femeninas), y que se basa en un ciclo de once acordes en el que cada movimiento corresponde a uno de los acordes, que vuelve al ciclo principal en cuanto llega al final.

Más interesante y menos técnico me parece mencionar que Steve Reich pretendía experimentar con los efectos psicológicos que pueden producir ciertas piezas musicales con gran número de intérpretes, sobre todo teniendo en cuenta el factor humano de esta obra: los pulsos musicales, esa especie de nota repetitiva que nos va hipnotizando, es producto de la respiración humana, lo que añade un elemento más de complejidad orgánica al asunto.


Music for 18 Musicians (1976) es una obra perfectamente definitoria del estilo de su autor, pionero del minimalismo propiamente dicho, tal vez su máximo difusor inicial en los Estados Unidos, y perteneciente a una generación de músicos que sigue de forma inmediata a la del gurú John Cage. Lo suyo son los bucles, los inusitados efectos de la repetición de patrones, al principio por un afán rupturista y experimental, más adelante buscando la expresión artística mediante el tratamiento de conceptos externos a lo musical.

Steve Reich.

La verdad es que Music for 18 Musicians no es una obra demasiado apta para novatos, pero tampoco es necesariamente opaca. Su sonido es sorprendente y su tono llevadero, aunque puede causar aburrimiento a quien le gusten las cosas más movidas. Aquí, información en la lengua de Shakespeare y mucho más.

5 comentarios:

  1. Excelente exponente del minimalismo, esta obra en particular es de las mas digeribles de Reich.
    Definitivamente para escucharla como musica de fondo o para esas noches de insomnio, pues tiene la magica propiedad de hacernos percibir mas rapido el paso del tiempo.

    ResponderEliminar
  2. Yo sí que soy un novato en esto del Minimaliso, pero en verdad que me ha fascinado esta obra de Steve Reich. Sin duda bastante repetitivo e hipnótico, pero nunca aburrido sino al contrario, bastante inspirador.

    Lo único que tengo es ganas de volver a escucharla y también de conocer más de música minimalista.

    ResponderEliminar
  3. esta obra es cromatica o diatonica?

    ResponderEliminar
  4. No soy ni mucho menos un experto, bastian, pero la música de Reich es siempre (o prácticamente siempre) diatónica. Y si nos atenemos a lo que cualquier lego entendería por cromatismo, lo cierto es que aquí hay bastante poco, con lo que ya tenemos la respuesta.

    Es la pregunta más técnica que me han hecho hasta ahora en el blog, gracias por tu interés.

    ResponderEliminar
  5. Pues aunque conocía de la existencia de Steve Reich, nunca me dio por bucear por su discografía; ya sabes..., esto es como las novelas, alguna la dejas en la pila para otro momento y no terminas nunca de darle una oportunidad. Tras varios años algo te hace dársela y si la cosa sale bien te lamentas haber enterrado esa opción tanto tiempo. C'est la vie. Dicho lo cual, muchas gracias por haberme acercado a este artista con este gran album. Me ha gustado bastante, a ver si el resto de su discografía está a la misma altura.

    ResponderEliminar