CD 1 (Primer acto)
1. The Gathering Storm
2. Overture (4:06)
3. Scene 1: A Garden in Vienna 1765 (0:53)
4. Madame Antoine, Madame Antoine (2:53)
5. Scene 2: Kings Sticks and Birds (2:41)
6. Honest Bird, Simple Bird (2:10)
7. I Want to Be King (2:37)
8. Let Us Break All the Shields (1:45)
9. Scene 3: The Grievances of the People (4:40)
10. Scene 4: France in Disarray (2:34)
11. To Laugh is to Know How to Live (1:44)S
12. Slavers, Landlords, Bigots at Your Door (3:36)
13. Scene 5: The Fall of the Bastille (1:34)
14. To Freeze in the Dead of Night (2:19)
15. So to the Streets in the Pouring Rain (4:17)
(Segundo acto)
16. Scene 1: Dances and Marches (2:11)
17. Now Hear Ye! (2:18)
18. Flushed with Wine (4:31)
19. Scene 2: The Letter (1:39)
20. My Dear Cousin Bourbon of Spain (2:48)
21. The Ship of State is All at Sea (1:46)
22. Scene 3: Silver Sugar and Indigo (0:55)
23. To the Windward Isles (4:50)
24. Scene 4: The Papal Edict (1:17)
25. In Paris There's a Rumble Under the Ground (6:19)
CD 2 (Tercer acto)
16. Scene 1: Dances and Marches (2:11)
17. Now Hear Ye! (2:18)
18. Flushed with Wine (4:31)
19. Scene 2: The Letter (1:39)
20. My Dear Cousin Bourbon of Spain (2:48)
21. The Ship of State is All at Sea (1:46)
22. Scene 3: Silver Sugar and Indigo (0:55)
23. To the Windward Isles (4:50)
24. Scene 4: The Papal Edict (1:17)
25. In Paris There's a Rumble Under the Ground (6:19)
CD 2 (Tercer acto)
1. Scene 1: The Fugitive King (2:21)
2. But the Marquis of Boulli Has a Trump Card Up His Sleeve (4:27)
3. To Take Your Hat Off (2:40)
4. The Echoes Never Fade from that Fusillade (3:15)
5. Scene 2: The Commune de Paris (2:43)
6. Vive la Commune de Paris (3:16)
7. The National Assembly is Confused (2:41)
8. Scene 3: The Execution of Louis Capet (1:39)
9. Adieu Louis for You It's Over (3:45)
10. Scene 4: Marie Antoinette - The Last Night on Earth (1:39)
11. Adieu my Good and Tender Sister (5:09)
12. Scene 5: Liberty (2:51)
13. And in the Bushes Where They Survive (6:52)
"Antes del subir y bajar de la guillotina, antes de que se impusiera el terror, estaba El Pueblo. Ellos lucharon por un mundo mejor basado en los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad, en lugar de uno gobernado por una nobleza rancia y caduca. Es esta historia de esperanza y promesa la que inspira ÇA IRA (...)"
Texto de la contraportada del CD
El megalómano de Roger Waters no ha sido ni será el primer músico de la esfera pop-rock que se pasa puntualmente a la música clásica, aunque hay que admitir que no todos se arriesgan con algo tan complejo como una ópera. Waters, miembro fundador de Pink Floyd, cobró fama de ególatra tras su dictatorial mandato como líder de la banda en los setenta, pese a ser el principal autor de The Wall (1979), el tercer álbum más vendido de todos los tiempos y arquetipo de obra conceptual mastodóntica. En The Wall, Waters convierte al resto del grupo (salvo por varias brillanteces de David Gilmour) en un instrumento a su servicio, situación que debió volverse insostenible en The Final Cut (1983). El teclista de Pink Floyd, el siempre recordado Rick Wright, llegó a afirmar que Roger Waters -que le había expulsado literalmente de la banda- era la persona más fascista que conocía. Y sin embargo, Waters ha dado muestras a menudo de tener una ideología política más que progresista.
Contraportada.
Ça Ira puede considerarse como el trabajo más ambicioso de Roger Waters tras el inicio de su andadura como solista. Junto a Waters, aparecen como coautores del libreto sus amigos Étienne y Nadine Roda-Gil, aunque se supone que el primero es su principal responsable. El hecho de que esta ópera en tres actos fuese compuesta a finales de los ochenta y no saliese publicada en álbum hasta 2005 da una idea del aura mítica que llegó a crear entre los seguidores del músico. Ça Ira significa algo así como "seguirá adelante", y en inglés lleva el subtítulo de There Is Hope, "hay esperanza". Se trata de una obra muy extensa que describe a grandes rasgos el desarrollo temprano de la Revolución Francesa, tomando según la escena distintos puntos de vista, tanto del pueblo llano de París como de la familia real, con cuyo paso por la guillotina termina el tercer acto. Waters no ahorra en grandilocuencia a la hora de ambientar su obra, y al final ésta posee una espectacularidad innegable.
Diseños del estuche del CD, basados siempre en pájaros.
Según nos informa la Wikipedia, Ça Ira se escuchó por primera vez en un acto oficial en Malta, en 2004 aunque no fue representada en su totalidad hasta 2005, en Roma. Más tarde, en 2006, el montaje de esta ópera en Polonia fue retransmitido por televisión, con un carísimo montaje que incluía vestuarios y objetos de época diseñados para la ocasión, e incluso caballos, carros, etc. Todo grande, todo caro y con éxitos de público, aunque a algunos críticos les pareció que Waters no terminó de madurar su idea y se quedó en exponer convencionalismos propios de un frío libro de historia. Por cierto, la ópera tiene dos versiones: una en francés (creo que la original) y otra en inglés.
Cartel del montaje polaco de Ça Ira.
Yo la he escuchado en CD bastantes veces, y debo decir que es un trabajo que me gusta. Algunos fragmentos me resultan especialmente buenos, como la obertura y la escena tercera, aunque en conjunto se trata de una creación musical accesible y fácil de disfrutar por cualquier oyente habitual del repertorio clásico. Y eso es lo preocupante, que cuando se escucha cualquier otra ópera se necesita algo de preparación, algo de "hábito" respecto al género lírico, pero esta Ça Ira entra con demasiada facilidad por sus raíces claramente populares. Roger Waters no logra -quiza nunca pretendió- componer una verdadera ópera como las de Puccini o Wagner, sino una obra más o menos operística que dijese en todo momento "esto es obra de un rockero", con toda la dignidad que ello conlleva y que yo no discuto. Prácticamente cada fragmento de Ça Ira es entendido como una canción pop pese al indudable talento académico de los cantantes líricos (el barítono Bryn Terfel, la soprano Ying Huang y el tenor Paul Groves) siempre con melodías demasiado estructuradas (¿previsibles?) que le restan algo del dramatismo propio de la gran ópera decimonónica.
Otro pájaro.
La ópera de Waters, por cierto, tampoco termina de encajar en los cánones que este género ha ido desarrollando durante el rupturista siglo XX, sino que suena antigua, como un revival de los clásicos. Si nos ponemos exigentes, incluso podemos llegar a afimar que Ça Ira solamente se diferencia de un buen musical de Broadway por las cualidades de sus voces y la potencia de los arreglos para orquesta sinfónica y coros, y algunos momentos en concreto también tienen resonancia de banda sonora hollywoodiense. Ahora que lo pienso, a Waters le habría quedado de lujo si hubiese compuesto una ópera sobre la guerra de independencia norteamericana...
Y también algunos soldados.