lunes, 19 de septiembre de 2022

Steven Wilson - HAND. CANNOT. ERASE.


1. First Regret (2:01)
2. 3 Years Older (10:18)
3. Hand Cannot Erase (4:17)
4. Perfect Life (4:46)
5. Routine (8:58)
6. Home Invasion (6:24)
7. Regret #9 (5:00)
8. Transience (2:43)
9. Ancestral (13:30)
10. Happy Returns (6:00)
11. Ascendant Here On... (1:54)

Aunque no he conseguido conectar al 100% con sus primeros álbumes, con el tiempo The Raven that Refused to Sing me ha resultado más agradable que la primera vez, aunque mi crítica no fue demasiado positiva. Pero, desde luego, creo que el siguiente disco que publicó sigue siendo hoy el mejor trabajo en solitario de Steven Wilson, el empollón del rock progresivo.

Hand. Cannot. Erase. (2015) es un álbum conceptual sobre el aislamiento y la soledad en el mundo contemporáneo. Al parecer, está inspirado en la historia real de una mujer joven y socialmente integrada (al menos en teoría) que apareció muerta en su apartamento sin que sus allegados se interesasen por ella durante más de dos años. El personaje descrito en el álbum, según una web promocional que pretendía ser su página personal, añade la particularidad de ser una artista que siempre busca pasar desapercibida y se interesa por las personas desaparecidas. Algunos críticos han descrito el álbum que nos ocupa como un equivalente moderno, obviamente menos ambicioso, de The Wall de Pink Floyd, por aquello del protagonista que se aísla del mundo. Conscientemente o no, incluso es posible encontrar aquí alguna traza musical del clásico de 1979 que comentaremos después.

Steven Wilson

Yo mismo he puesto en duda que el rock progresivo siguiese existiendo como tal en la actualidad, y no como una "lengua muerta", más allá de su auge y caída en los años setenta, pero es indudable que Steven Wilson consigue aquí un trabajo con valor genuino y relevancia cultural propia sin ser un calco ni un monstruo de Frankenstein hecho de trozos de clásicos del género. El propio The Raven that Refused to Sing está lleno de pasajes (sobre todo instrumentales) que suenan a rabiar a bandas como King Crimson, Yes, Genesis o The Alan Parsons Project, pero en Hand. Cannot. Erase. es mucho más difícil identificar estas influencias. Creo que sé por qué es así, y para ello me baso en los álbumes más importantes que Wilson publicó después del que nos ocupa hoy: To the Bone (2017) y The Future Bites (2021).

Creo que Steven Wilson ha encontrado su personalidad como artista en solitario gracias a una fórmula que combina fundamentos de música pop más o menos convencional con arreglos un poco más complejos y, sobre todo, con planteamientos conceptuales muy interesantes. Hand. Cannot. Erase es hasta ahora el último álbum de Wilson plenamente progresivo, por lo menos tal como entiendo yo el género, si bien ya podemos encontrar en él ese gusto por el pop electrónico que parece ser el estilo hacia el que se mueve.

Perfect Life

Los temas más luminosos son los del primer tramo del álbum. Los que te llevan al huerto. Tras el discreto prólogo ambiental que es First Regret, ahí están el largo y brillante Three Years Older, que es prácticamente una suite con un poco de todo; el homónimo Hand Cannot Erase ("Mano no puede borrar"), un ejercicio de pop-rock potente y pegadizo; y Perfect Life, que funcionó como adelanto del álbum y es un tema introspectivo con una atmósfera electrónica y con un trabajo rítmico impresionante. Hacia la mitad, Hand. Cannot. Erase se vuelve menos predecible, con más fragmentos instrumentales y un ambiente más oscuro. Ahí están por ejemplo Regret #9 y Transience, que tienen un poco de los pasajes más tortuosos de la segunda mitad del citado The Wall. Pero siguen brillando temas excelentes y accesibles como Routine, en la que interviene la cantante Ninet Tayeb; Home Invasion, con fragmentos de rock bastante duro; y el muy cambiante Ancestral, largo y con predominancia de guitarreo. Como en un bucle, el disco termina con una referencia a Three Years Older en Happy Returns y un tema ambient, Ascendant Here On...

Home Invasion y Regret #9, de una actuación en vivo editada en vídeo.

Como decía más arriba, la discografía de Steven Wilson posterior a este disco, experimentos aparte, se ha movido bastante hacia el pop. Si juzgásemos solo a partir del mencionado To the Bone, parecería que el músico buscase la aceptación del público masivo más allá del ámbito dignísimo pero reducido del rock progresivo. Es un poco ese "muestrario de moquetas" que alguna vez hemos asociado a artistas que comienzan, si bien Wilson llevaba ya muchos años en el tajo. Al menos The Future Bites, siendo también muy pop, busca de nuevo ir hacia algo menos obvio. Pero Wilson parece embarcado en una búsqueda de estilo (y tal vez de reconocimiento "mainstream") que no sé hasta qué punto se explica mediante la sana idea del artista inquieto que innova constantemente. Supongo que los numerosísimos fans de Wilson (yo no lo soy) tendrán su propia visión al respecto. No digo que debiera haberse quedado en Hand. Cannot. Erase y abundar después en más de lo mismo, pero salvo que seas un incondicional de este artista, seguramente estarás deseando catar un poco más de este prog tan fresco y renovado.

1 comentario:

parsick dijo...

Grande Steven Wilson. Para mí un músico como la copa de un pino. Tuve la gran suerte de poder verle en directo en Barcelona con motivo de la gira de "To the Bone". Disfruté como un enano. ÇWilson ha sabido siempre rodearse de músicos de primera fila. Por otro lado, su versatilidad es tremenda, teniendo multitud de proyectos abiertos a la vez (Porcupine Tree, No-Man, Blackfield, carrera en solitario y otros), demostrando su buen hacer y gran capacidad como músico inquieto y polivalente. Por otro lado está su, a veces no bien entendida, labor como restaurador de grandes piezas musicales de alta talla conocidos por todos (o casi todos), cosa que aplaudo sin reservas. Creo que este señor ha hecho mucho por darnos algo de lo que muchos echamos de menos de épocas pasadas, aunque sea aderezado, a veces, con ciertos tintes pop.

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