martes, 25 de agosto de 2020

Jean Michel Jarre - DESTINATION DOCKLANDS: THE LONDON CONCERT / JARRE LIVE


1. Revolutions (1:03)
2. Industrial Revolution: Overture (3:00)
3. Industrial Revolution Part 1-2-3 (5:45)
4. Magnetic Fields 2 (4:09)
5. Oxygene IV (3:46)
6. Computer Week-end (5:18)
7. Revolutions (3:52)
8. London Kid (4:57)
9. Fourth Rendez-Vous (4:16)
10. Second Rendez-Vous (8:54)
11. September (4:45)
12. The Emigrant (3:53)

La música es como dirigir sonidos cinematográficamente, modelar paisajes con ellos, y por lo tanto no es muy sorprendente que un día quisiera unir mi música a lugares, a emplazamientos arquitectónicos y técnicas visuales. (...) Como un circo de alta tecnología en el que grandes animales urbanos se encabritan bajo restallantes látigos de luz. (...) Conciertos en vivo, actuaciones de una sola noche mezclando músicos con meteorólogos, cineastas con expertos en fuegos artificiales, arquitectos con artistas de circo, cantantes de ópera con magos de la electrónica. (...) Sueño con nuevos instrumentos, restos desgastados del mañana, desenterrados por algún arqueólogo del futuro. 

(Texto de Jean Michel Jarre incluido en el librillo del CD)

De la funda del vinilo: Jarre con su larga chaqueta de domador de circo y su teclado -guitarra.

Para mí fue una pequeña decepción cuando, en una de las muchas ocasiones en que la pagina oficial de Jarre cambió su diseño, se señalaba únicamente a los primeros cuatro trabajos del artista francés como su "legado". Después te dabas cuenta de que, pese a que Jarre siguió teniendo un nivel de aceptación popular inmenso en los años que siguieron a Zoolook (1984), es cierto que en esa etapa el músico seguramente estuvo más centrado en disfrutar haciendo lo que mejor sabía hacer que experimentando en un oscuro estudio de grabación.

De la funda del vinilo: idealización del escenario del concierto.

¿Y qué es lo que se le daba mejor a Jean Michel Jarre? El espectáculo, entendido éste en el más positivo, artístico y edificante de los sentidos. Desde el galáctico Rendez-Vous hasta los tiempos de Oxygene 7-13 (después sí que se metió en el búnker, con resultados variados), los álbumes de Jarre son una auténtica celebración de la música electrónica como pura fantasía, un éxtasis de virtuosismo melódico puesto muy a menudo al servicio de sus enormes conciertos con audiencias de récord. Obviamente, algunos de estos eventos han sido publicados en forma de álbum oficial, cosa comprensible tanto por su valor musical intrínseco como por el hecho de que Jarre no es un artista de los de a disco por año, y de vez en cuando en Disques Dreyfus querían tener una novedad suya en las tiendas. Jarre Live (1989), rebautizado definitivamente como Destination Docklands, responde bien a este propósito.

La edición original en vinilo no incluye ni London Kid ni September.

El álbum recoge la grabación, levemente editada e incompleta, de los conciertos ofrecidos en octubre de 1988 en los Royal Victoria Docks, en la zona londinense conocida como los Docklands, un área junto al Támesis que antiguamente fue un conjunto de dársenas portuarias y después se convirtió en zona urbanizable. El escenario se situó en una plataforma flotante sobre el mismo río, y después de un montón de gestiones para que las autoridades diesen los permisos pertinentes, la cosa se complicó a causa de la lluvia. Hasta donde yo sé, por suerte esto no afectó al despliegue habitual de láseres y proyecciones gigantes más allá de la cantidad de paraguas y chubasqueros que llenaron aquella explanada. Se calcula que asistieron hasta 200.000 personas, entre ellas los príncipes Carlos y Diana de Gales, y que nunca antes ni después se ha celebrado un concierto de esta envergadura en el Reino Unido. 

Jarre posa en las gradas ante el que será su escenario 
(Crédito: PA Images, de la página ballimoregroup.com).

Incluso he encontrado un artículo en el que se asegura que el político que estuvo a punto de prohibirlo, un tal Stephen Timms, da gracias al cielo por no haberse salido con la suya, ya que puede trazarse una tendencia sostenida de macroespectáculos culturales en Londres que arrancó claramente aquí y fue a parar nada menos que a los Juegos Olímpicos de 2012. Todo ello por no hablar del milagroso impulso económico que obtuvo este sector de la ciudad, que antes del evento era un solar medio abandonado con un viejo edificio de aduanas en medio. Muchas empresas descubrieron su potencial gracias al show.

El concierto puede verse en YouTube, comenzando con este clip.

Destination Docklands, el doble concierto, tuvo como núcleo principal el último trabajo del francés por aquel entonces, titulado Revolutions (1988), que entre otras cosas contiene una larga y muy interesante suite inspirada en la revolución industrial. El resto de temas del álbum, frescos e imaginativos todos, no dejan de ser piezas pop instrumentales no muy sesudas que lucían de maravilla en directo. Pues bien, teniendo en cuenta que Destination Docklands contiene los temas de Revolutions interpretados tal cual, además de algún hit inevitable (Oxygene 4, Magnetic Fields 2 y los recientes Second y Fourth Rendez-Vous), la verdad es que tiene pocos alicientes novedosos si no eres fan o coleccionista. Si encima eres de los que pensamos que los conciertos son para verlos y no solo escucharlos, peor que peor, porque siempre me ha dado la impresión de que este directo es de los que tienen un sonido más "sucio", con muchísimo griterío del público.

Portada retocada para la última reedición del álbum.

La cosa es que Destination Docklands tiene sus virtudes, como la participación del guitarrista Hank Marvin, líder de los seminales The Shadows, en los temas London Kid y Fourth Rendez-Vous, o el hecho nada desdeñable de que está grabado quizá en el momento más alto de la popularidad de Jarre, en una época en la que muchos de nosotros (yo un mocoso de 9 años) alucinábamos con las frecuentes emisiones de sus conciertos en la tele pública, años antes de fijar del todo nuestros gustos musicales. En realidad, por más que podamos pensar que aquel Jean Michel Jarre era más un genial pirotécnico que un artista comprometido con la creación musical, hay que admitir que su impronta fue brutal sobre muchos chavales de mi generación, entre los cuales seguro que hay más de un lector de este blog.

Sí que hay un valioso legado aquí.

El dueto con Hank Marvin.

10 comentarios:

José Ramón dijo...

Tarde mucho en comprarme estos discos de Jarre. Solo me einteresaban los 5 primeros y comparado con otros músicos electrónicos, Jarre siempre me pareció muy comercial. Ahora le he perdonado

El conde dijo...

Hola, José Ramón. Es verdad que era muy comercial, pero incluso en el disco más "rutinario" de aquella etapa había muchísimas cosas brillantes. Haces bien en perdonar:)

Saludos!

DANI dijo...

Recuerdo haber comprado este disco cuando se llamaba JARRE LIVE allá por el lejano ya 1989, con 19 añitos recién cumplidos... Cierto que con un sonido muy pulido y seguramente super editado, con una inclusión muy artificial de vítores del público en ciertos pasajes, pero bueno, en aquella época, cuando nos tragábamos cualquier cosa del Jarre, se le perdonaba casi todo.

Lo que no le perdonaban algunos de sus críticos, era el hecho, muy comentado en aquel entonces, de que aquel concierto sobrepasaba con creces el número de sonidos pregrabados. Leí en alguna parte que, salvo el coro y la batería, (y probablemente la intervención de Hank Marvin) todo lo demás estaba grabado previamente de los masters originales, ya que la tremenda cantidad de lluvia caída hacía inviable que pudieran tocarse en vivo aquellos instrumentos electrónicos tan sofisticados. Aparte de lo peligroso que podría llegar a resultar manipular aquello con tal cantidad de agua. No sé si tendrás alguna noticia más sobre eso, Conde, ya que sueles estar mucho mejor informado de esos menesteres.
Que sí, que no vamos a negar que sonidos pregrabados los tienen casi todos los artistas en sus conciertos, pero de este en concreto se llegó a dudar bastante de su ejecución en directo.
Por cierto, enhorabuena por la entrada, no conocía los detalles que comentas sobre el político inglés.
Gracias una vez más.

DANI dijo...

Por cierto, impagable la escena cuando Jarre le dice a Hank Marvin antes de empezar a tocar: "Hace un poco de humedad esta noche" y este le contesta: "Es normal. ¡Esto es Inglaterra!".
Uno de los pocos directos de la noche, por cierto...

El conde dijo...

Hola, Dani!
Ojalá tuviese alguna respuesta más pormenorizada que darte, pero el debate y las especulaciones sobre la "autenticidad" de los conciertos de Jarre es largo y casi nunca ha llevado a ninguna respuesta tajante.

Para que te hagas una idea, ha habido como cuatro situaciones que se me ocurren así de repente, dependiendo del concierto:
1) El concierto es casi al 100% en directo real pero al editarse en vídeo o disco le superponen música grabada para que suene mejor.
2) Hay un 50/50 de música pregrabada, por motivos diversos, pero Jarre y sus músicos ocasionales (percusionistas, guitarristas, coros, orquesta, invitados, etc.) hacen aportes puntuales, cómo este o aquel instrumento étnico, el arpa láser, el theremin, los platillos...
3) Prácticamente el 100% es pregrabado pero Jarre y sus músicos tocan "encima", asegurando que no haya fallos y permitiendo alguna breve floritura.
4) El concierto es 100% real, porque a día de hoy Jarre puede hacer que casi todo funcione solo con un par de tablets y el portátil Apple o similar. Véase el concierto en Liébana, Cantabria, de hace un par de años.

Por lo que siempre he leído, Destination Docklands iría a parar a la opción 3, aunque puede que sea parcialmente la 2. No quiero ser ni duro ni benévolo al decirlo, pero hay unos cuantos eventos en la carrera de Jarre que suenan tan enlatados como este y que no se justifican por el mal tiempo.

DANI dijo...

Gracias por ilustrarnos con tu respuesta, para mí felizmente pormenorizada, Conde.
Saludos!

Álvaro Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Álvaro Ruiz dijo...

Hola:

Este fue el primer disco de Jarre que me compré, allá por el año 89, y también el primer CD que compré en mi vida. La portada era blanca y ponía "Jarre Live". A partir de ahí en pocos meses ya tenía todos los CDs.

Respecto al concierto he leído en varias entrevistas a diversos participantes que, como bien comenta El Conde, efectivamente se trata de la opción 3: era casi imposible hacer que nada funcionase bajo esa lluvia, con el riesgo añadido de cortocircuito eléctrico. Ni siquiera la actuación de Hank Marvin en "Rendez Vous IV" es en directo, en el video se ve como se limita a mover la mano derecha arriba y abajo pero sin tocar ninguna nota:

https://www.youtube.com/watch?v=PZFg9e6-IjM

Como Jarre, pero con guitarra en vez de teclado.

Un saludo,

Álvaro

Jose A. dijo...

Yo también me identifico con el último párrafo de esta entrada. Este disco me marcó. Recuerdo que lo echaron por TVE2 en una Nochebuena. Yo lo grabé en VHS y no lo vi hasta el día siguiente. Sirvió para re-engancharme con esas piezas que había oído durante mi infancia/adolescencia (Oxygene, Rendez-Vous), junto con otras piezas que para mí eran nuevas (Revolutions). Desde ese momento fui (y sigo siendo) un -casi- fiel seguidor de su música.
Y sí, eso no me nubla la vista para darme cuenta de que hay más fanfarria y espectáculo que música. Y en concreto, en esos conciertos en los que diluvió, sí se sabe que los sintetizadores ni se enchufaron. Por sentido. Pero el halo nostálgico que para mí tiene no lo empaña ni ese hecho si quiera.
Este fue solo el principio de mi pasión por la música electrónica, y de Jarre es fácil saltar a otros grandes nombres del género, no tan famosos pero igualmente clásicos.

winterland dijo...

La mayor pena sobre éste disco que es no saliera la versión popera de London Kid con Hank Marvin en Destination Trocadero. Hubiera entrado en listas sin problemas. La producción es genial y casi bailable.

https://youtu.be/9lCnBdSJke4

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...