sábado, 14 de abril de 2012

Javier Leal - HOLDING ON TO ETERNITY


1. Far Beyond the Stars (Adagio) (2:13)
2. Travellers of Light (2:14)
3. Taste Like Freedom (4:54)
4. Happiness (Is a State of Mind) (5:20)
5. Smiling Again (In a Rainy Tuesday) (5:34)
6. Fighting Against the Odds (5:28)
7. Far Beyond the Stars (Our Fate) (4:11)
8. The Fox & The Moon (7:20)
9. The Crystal Labyrinth (4:09)
10. Our Shared Dreams (4:39)
11. The Miracles Chaser (7.16)
12. The Arrival (4:06)

"Aferrándose a la eternidad" es el trabajo publicado por Javier Leal en el verano de 2011, del que sus autores me informaron en un correo enviado a la dirección de contacto del blog, para que lo comentase por aquí. Es un placer recibir material de primera mano, así que manos a la obra. Leal, un experimentado músico mexicano de Monterrey, realiza un interesante ejercicio de música cósmica electrónica, con la ayuda del productor y arreglista argentino Franco Palmetti "Xethis". Antes de pasar a comentar el trabajo en cuestión, quiero hacer hincapié en la defensa a ultranza que Leal realiza de la música conceptual en la web oficial del proyecto.

Javier Leal, también conocido como Mr. Roboto.

Como ya hemos comentado en alguna ocasión, el álbum conceptual como tal cayó en desuso al final de los años setenta, con el hundimiento comercial del rock progresivo tras sus excesos y alardes. La idea de que la unidad significativa de la industria musical de cara a su promoción y venta fuese la canción convencional de 3 o 4 minutos se impuso sobre la idea de que un disco pudiese ser de algún modo como un único tema alargado, una historia completa e indivisible. Los años ochenta estuvieron, por lo tanto, dominados por singles pop-rock de éxito más que por grandes álbumes (salvo excepciones, claro) en los que los artistas recogían un ramillete de canciones no necesariamente relacionadas temáticamente y las lanzaban bajo un título conjunto a modo de "ampliación del repertorio" del grupo o solista. Por supuesto, el álbum conceptual sobrevivió dentro de algunos ámbitos muy restringidos: las bandas sonoras de películas o musicales, las grabaciones de música clásica y algunos trabajos de los músicos claves de la electrónica de vanguardia o la emergente new age. Hoy en día no existe una fobia manifiesta contra la conceptualidad de un álbum, aunque muchos grupos de renombre se apresuran a negar esta cualidad en sus trabajos siempre que haya sospechas, a fin de que no los tachen de pretenciosos o "dinosaurios". Creo que la pretenciosidad es la clave del prejuicio.

No me parece que Holding on to Eternity sea un trabajo pretencioso, más bien es lo contrario, pero las ideas que maneja (tanto las que apuntan sus autores como las que se desprenden de su escucha) resultan quizá incómodas ante un público y, sobre todo, una industria que se refugian en planteamientos de poco calado, a veces divertidos y encantadores, pero por fuerza intrascendentes. Te bajas dos o tres canciones, las escuchas en tu teléfono o tu iPod y en una semana las borras y las olvidas para siempre. La idea de componer y grabar una obra musical de corte espiritualista o hasta humanístico puede producir algo de recelo (además del rechazo general ante cualquier cosa que huela demasiado a santurronería new age), y tal vez por eso, Leal ha optado por la distribución del álbum vía Internet.

Imagen promocional del álbum, disponible como fondo de escritorio en la web oficial.

Pero ojo, porque no hay santurronería en Holding on to Eternity, sino una visión musical cósmica que mezcla electrónica más rítmica que melódica con sonoridades de ciencia-ficción. Asegura Javier Leal que tiene entre sus principales influencias a Jean Michel Jarre y Tangerine Dream, aunque yo habría mencionado más bien algún álbum de la última etapa de Mike Oldfield como Tres Lunas o Light + Shade. El carácter conceptual del disco se mantiene gracias a la presencia de al menos una secuencia melódica principal que reaparece aquí y allá con diferentes arreglos y matices, sobre todo en los dos cortes titulados Far Beyond the Stars. Este tema es atractivo, aunque la melodía peca quizá de ser demasiado simple y sufre a causa del carácter excesivamente tecnificado, demasiado pulido del disco. Personalmente, siempre he sido un defensor a ultranza de la electrónica vanguardista de antaño (pensemos en clásicos cósmicos como Equinoxe, Ricochet o Albedo 0.39) por sus deliciosas estridencias, porque sonaba como a película de marcianos, y cuando un trabajo a base de sintetizadores se depura demasiado y se excede con las bases rítmicas, pierde fuerza. 

Vídeo con el tema The Crystal Labyrinth.

Creo que Holding on to Eternity tiene como mayor defecto este planteamiento electrónico hiper-depurado, muy planeador pero raramente sorprendente, que en algún caso te hace sentir como en el tramo inicial de algún temazo de DJ de discoteca, justo antes de que empiece a sonar el chunda-chunda. Es por eso que yo encuentro sus mejores rinconcitos en temas que, en teoría, podrían ser relativamente poco relevantes dentro del conjunto, como por ejemplo The Crystal LabyrinthThe Fox & The Moon. Aquí sí que me encuentro con los Tangerine Dream y hasta con algo del antiguo Vangelis, y descubro el verdadero valor del álbum, llegando al convencimiento de que las partes que menos me impresionan se quedan atrás por un exceso de afán modernizador, y no porque fuesen malas ideas desde un principio. Creo que me habría sonado mucho mejor con un barnizado más "retro", pero esa no deja de ser una opinión personal.

Vídeo con el tema Far Beyond the Stars (Our Fate).

Con todo, este trabajo funciona bien a la hora de dotar de un sentido épico a la música electrónica cósmica, como hiciesen los grandes autores de los setenta. Su ilustración sonora del viaje espacial y el buceo introspectivo, en coexistencia y no en conflicto, es tan válido entonces como lo sigue siendo hoy, y Javier Leal le otorga plena vigencia en un álbum bastante más rico y complejo de lo que puede parecernos en una primera escucha.

2 comentarios:

Abrilazul dijo...

Una vez mas me adentro en el mundo maravilloso de sonidos desconocidos hasta hoy, en que de tu mano, los recorro con gran placer enriqueciendo mi espíritu inquieto siempre dispuesto a seguir incorporando nuevos conocimientos musicales, entre otros... Me gustó mucho esta electrónica cósmica, es como un viaje a la estrellas en una nave que parte desde nuestros oídos y nos lleva por un viaje a otras sensaciones...Una vez mas te digo... gracias Conde!!! Abrazoooo...

El conde dijo...

Gracias a ti por tu entusiasmo. Me encanta saber que hay gente que sigue el blog con tanta alegría como tú.

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