domingo, 25 de marzo de 2012

William Orbit - STRANGE CARGO


1. Via Caliente (2:36)
2. Fire and Mercy (5:12)
3. Jump Jet (2:10)
4. Silent Signals (5:57)
5. The Secret Garden (3:38)
6. Out of the Ice (3:19)
7. Scorpion (2:07)
8. Riding to Rio (3:04)
9. Jimmy's Jag (3:30)
10. The Mighty Limpopo (4:20)
11. Theme Dream (2:05)

El músico británico William M. Wainwright salió del cascarón más o menos a finales de los noventa, gracias sobre todo a su labor como productor de álbumes de otros artistas. Produjo el trabajo 13 de Blur (1999), y sobre todo el superventas Ray of Light (1998) de Madonna, además de una larga serie de temas sueltos para artistas pop de sobra conocidos. Sus fondos burbujeantes son tan característicos y reconocibles como las sábanas de sonido "ambient" que utiliza Brian Eno en sus producciones, si bien Orbit no llega ni de lejos -al menos a día de hoy- al nivel de popularidad de su compatriota. Lo más conocido dentro de su trayectoria como músico en solitario, amén de sus dos álbumes con versiones de música clásica titulados Pieces in a Modern Style, es su serie de álbumes Strange Cargo. Este es el primero de ellos.

Publicado en 1987, Strange Cargo es la clase de álbum experimental que un músico emergente y consciente de sus posibilidades lanza para darse a conocer, para hacerse valer e ir haciéndose un nombre. Este es su defecto principal, ya que está planteado como un muestrario de moquetas en el que nos hacemos una idea de su talento sin que ninguna de las composiciones llegue a un gran nivel de profundidad o desarrollo. No obstante, y a pesar de su instrascendencia conceptual, no se trata del primer álbum de Orbit, sino del segundo. El primero, titulado simplemente Orbit, salió a la venta el mismo año (poco antes) y en la actualidad el compositor reniega abiertamente de él, calificándolo de "solo para completistas".

William Orbit

Strange Cargo alterna de manera más o menos equilibrada temas rítmicos con piezas ambientales, demostrando en cada una un gran manejo de la instrumentación (sobre todo teclados y alguna guitarra) y de los arreglos electrónicos. Comienza con la divertida y casi latina Via Caliente, que consiste en una muy agradable melodía de guitarra bajo la que se aprecian ya los arreglos característicos de la casa Orbit. Fire and Mercy es más electrónica, un poquillo más viejuna, con loops electrónicos de los de la época y hasta un lejano regusto a lo Corrupción en MiamiJump Jet podría haber sido sacada del mismo universo de Another Green World de Eno; y Silent Signals de algún rincón del Antarctica de Vangelis. The Secret Garden es bastante bonita, muy cuidada en su intimismo. Out of the Ice bien podría provenir de algún trabajo ochentero de Tangerine Dream como Le Parc, u otra vez de alguna persecución en lanchas a cargo de Sony Crockett y Ricardo Tubbs. Scorpion, a base de secuencias, podría haber sido uno de esos temas-nexo que utilizaba Jarre en sus álbumes clásicos. Riding to Rio retoma el sabor exótico de Via Caliente, aunque en este caso mucho más chill-out; una delicia para los amantes del relax ibicenco. Jimmy's Jag sorprende por su guitarra eléctrica muy distorsionada; The Mighty Limpopo por su estático y colorista paisaje oriental; y Theme Dream por ser, casi deliberadamente según su título, un homenaje en toda regla a ciertos trabajos de la banda de Edgar Froese.

No pretendía quitarle méritos ni poner en duda su autenticidad al recurrir a comparaciones familiares, ya que, en su conjunto, Strange Cargo es un álbum muy salvable, un pequeño clásico para algunos entendidos. Puede enmarcarse perfectamente en el contexto musical de su tiempo, a su pesar en algún momento, ya que hay fragmentos que han envejecido a trancas y barrancas. Como comentaba, lo peor del álbum es que uno no acierta a descubrir cual es su idea general, de dónde viene y hacia dónde va. Para mi gusto le falta algo, pero aun así tiene mis respetos. En Spotify.


Via Caliente.

1 comentario:

parsick dijo...

Este album es la caña. Un disco soberbio que, como dices, está concebido para darse a conocer. Esta fue de las veces que acerté comprando un disco del que en su día no encontré muchas referencias (supongo que algún tema aislado que escucharía en la radio). Está claro que es un trabajo arriesgado, pero ese hecho le convierte también en una exhibición de poderío, adentrándose en terrenos muy variopintos, cosa no siempre fácil. Compararlo con Brian Eno es ponerle el listón muy alto al pobre Orbit. Los temas estilo "Jan Hammer", para mí son los mejores. Es de los vinilos que guardo con más cariño, aunque sí digo que las siguientes entregas no estarían a la altura de esta primera. Te felicito Conde por haber traído a tu blog este disco que, aunque está claro que me ha gustado a mí mucho más que a ti, valoro mucho que aparezca por aquí.

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