martes, 18 de enero de 2011

Jon Hassell - DREAM THEORY IN MALAYA


1. Chor Moiré (2:22)
2. Courage (3:38)
3. Dream Theory (5:15)
4. Datu Bintung at Jelong (7:08)
5. Malay (10:08)
6. These Times... (2:54)
7. Gift of Fire (5:02)

En la muy completa web Ground and Sky comentan que Jon Hassell es injustamente infravalorado como pionero de la introducción de la música étnica -especialmente de oriente- en la música contemporánea occidental, sobre todo en referencia a su asociación con otros artistas con los que ha colaborado. No sé si eso es verdad, pero al menos Dream Theory in Malaya sí que es mencionado a menudo cuando se habla de los grandes trabajos en el mundo fascinante y demasiado amplio de la música ambiental.

Dream Theory in Malaya (1981) es algo así como la continuación del Possible Musics que el trompetista y compositor Jon Hassell grabó junto al inevitable Eno, que en aquellos años parecía tener el don de la ubicuidad. El álbum lleva el subtítulo Fourth World Volume Two, haciendo patente su carácter de secuela. ¿Qué es eso del "cuarto mundo"? Supongo que me invento mi propia teoría al deducir que este término va más allá del "tercer mundo", en el sentido de que el mundo del que se habla no está necesariamente definido por sus dificultades económicas o culturales, sino más bien por su lejanía, por su pertenencia a un universo tan extremadamente lejano que nos resulta ajeno del todo, casi extraterrestre. Y extraterrestre es Dream Theory in Malaya, un disco inspirado en las lecturas que realizó Jon Hassell del antropólogo Kilton Stewart sobre la tribu malaya de los Senoi. Al parecer, los Senoi tenían la costumbre de reunirse nada más despertar por la mañana y contarse unos a otros los sueños que habían tenido, entendiéndolos como premoniciones de cara al nuevo día. Llegaban a soñar con cantos y danzas que aprendían para incluirlas en el acervo común de la tribu. Este disco se inspira en los Senoi y también en los Semelai, otra tribu de Malay que acostumbraba a realizar música golpeando la superficie del agua con las manos.

Alguien ha colgado en YouTube este genial vídeo con el cuarto tema del disco.

Nos explica la Wikipedia que el álbum fue grabado en Ontario, con la ayuda de Bob y Daniel Lanois, a base de montar capas y capas de sonido. Hassell y sus productores realizan, por cierto, un original tratamiento de la trompeta, hasta el punto de que ni siquiera percibimos que se trata de este instrumento. La idea es la de hacerla encajar en el contexto étnico de las percusiones y las notas sostenidas de fondo, siendo en teoría bastante fiel al sonido de las tribus sin llegar en ningún momento a occidentalizarlo o convertirlo en World Music. La fusión consiste en la unión de la música auténtica de las tribus junto a algo realmente raro por parte de Hassell y su equipo que, salvo por algún toque de bajo y la sensación de estar compuesto a base de pequeños sampleados muy muy tratados en estudio, no recuerda en nada a la forma en que se hace música en el primer mundo.

Cuando digo que el disco es raro me quedo corto. Es rarísimo. De hecho, nada más empezar el tema Chor Morié tiene uno la impresión de que se le ha fastidiado el láser del CD, pero no. En comparación, los siguientes Courage y Dream Theory (que se parecen bastante entre sí) resultan algo más mundanos, aunque no precisamente sencillitos. En ellos aparecen ya las percusiones, el bajo y esa trompeta modificada que sigue sin identificar. Datu Bintung at Jelong ya es el desmadre, un tema que parece reproducido al revés por nuestro rebelde lector de CD, y menos mal que aquí sí entrevemos la trompeta, lo único que realmente parece un instrumento, porque lo demás me recuerda a la señal alienígena que recibe Jodie Foster en Contact. El siguiente corte, Malay, es el que incluye el sonido de chapoteo de los Semelai, con algunas risas sampleadas de fuentes un tanto antiguas, la trompeta que parece sacada de un disco rayado o reproducido a muy alta o muy baja velocidad. This Times... es poco más que sonido ambiente selvático con algún gong aislado y muy lejano, todo con un sonido envolvente y evocador, pero lejanamente musical; y Gift of Fire es un último corte repetitivo con una percusión marcada pero tan extraña como todo lo que hemos escuchado hasta aquí.

Jon Hassell, en una fotografía de las cubiertas del LP.

En fin, que esto es de lo más raro que he escuchado nunca. Pero malo no es, porque su género es el ambient y cumple a la perfección con su cometido. No puede uno dejar de imaginar inmensas selvas vírgenes oscuras, plagadas de mosquitos, goteantes de humedad los árboles, los pocos humanos tan mezclados con la jungla que parecerían capaces de fundirse con ella en un descuido. Muy interesante disco para los aficionados al género. Absténganse los principiantes.

2 comentarios:

Equinoxe dijo...

Éste es uno de los discos que más tiempo tardé en cogerle la gracia, incluso para los que nos gustan las músicas "raritas" esto era mucha tela. Ahora me parece un disco bellísimo e imprescindible. Y que conste que no todo lo raro ha acabado gustándome, que hay cosas absolutamente infumables (en mi humilde opinión).

Abrazos!

El conde dijo...

Es verdad. Concretamente, este disco camina en la cuerda floja entre lo bello y lo infumable, y por suerte se decanta por lo primero. Pero a un paso de caer, pienso yo.

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