jueves, 4 de febrero de 2010

Rick Wakeman - JOURNEY TO THE CENTRE OF THE EARTH


2. The Battle / The Forest (18:57)

Hace algo menos de 65 millones de años -tres décadas, para ser exactos- proliferaban los que hoy se han dado en llamar "dinosaurios" del rock. Caracterizados muchos de ellos por haber seguido en activo contra viento y marea hasta nuestros días, se puede decir que vivieron su época verdaderamente creativa, revolucionaria incluso, en los años '70. Grupos como Genesis, Pink Floyd, Emerson, Lake & Palmer o King Crimson consiguieron entonces todo el fervor del público y las alabanzas de la crítica con sus mega-obras de rock progresivo y sinfónico, a cual más ambiciosa, a cual más larga en minutos de duración, a cual más espectacular en cuanto a virtuosismo musical y manejo de los instrumentos. Destacaron, además de las bandas antes mencionadas, los británicos Yes. Este álbum, Journey to the Centre of the Earth (1974), fue el segundo en solitario de Rick Wakeman, uno de los primeros synthesizer heroes y teclista de Yes, y está a medio camino entre la música de vanguardia en sentido amplio y alguna clase de rock sinfónico instrumental de difícil clasificación. Hubo, como en este caso, algunas adaptaciones musicales de obras literarias entre las obras más conocidas del rock de entonces.

Portada de una edición en dvd.

La verdad es que Wakeman se lo curró bastante: se endeudó hasta las cejas en su realización, superó un montón de problemas en el estudio de grabación causados por la enormidad de la obra, y finalmente el hombre se salió con la suya, consiguiendo un número 1 aplastante en varios países, además de vender unos 14 millones de copias (imagino que hasta el día de hoy, no solamente en su salida). Fue grabado en directo -previamente a las florituras de la edición en estudio- en el Royal Festival Hall de Londres, con Rick Wakeman acompañado nada menos que por la London Symphony Orchestra y el English Chamber Choir, y contando con la ayuda de varios colaboradores que aportaban tanto las voces como el contenido rock al trabajo: guitarra, bajo y batería. No se me ocurrirá restar méritos a este clásico, sobre todo teniendo en cuenta la gran labor de ese profesional acreditado que es Rick Wakeman, pero debo decir que el disco no me gusta nada.

Rick Wakeman. Sí, lleva capa. Sí, entonces estaba de moda.

No fue la primera ni la última vez que la voz de un narrador se utilizaba como conductora en un disco musical: se había hecho en Days of Future Passed, de The Moody Blues, y se haría en Musical Version of The War of the Worlds, de Jeff Wayne. Pero aquí, la narración del texto de Julio Verne por parte de David Hemmings no funciona bien, porque todo suena muy metido con calzador, poco natural. El sonido de la grabación, con demasiados ecos e imprecisiones por aquello de haberse realizado en directo, no es del todo bueno; el uso que Wakeman hace del sintetizador es excesivamente pomposo, y no acaba de encajar con el sonido de la orquesta... En fin, que Journey to the Centre of the Earth, pese a que en su momento fue merecidamente un éxito (y vuelvo a decirlo, me alegro mucho por el músico), ha envejecido fatal. Escuchado a día de hoy, absolutamente todo en él está desfasado: la grandilocuencia, el sintetizador primitivo que suena como a película antigua de marcianos, la alternancia de fanfarrias con "baladas rock", todo ello es propio de un dinosaurismo muy mal llevado, producto de una época en la que, o las cosas se hacían con cierta intuición, o los años las trataban a patadas. ¡Y qué portada! Uffff. Puedo añadir, como apunte, que tampoco me alegra el que fueran precisamente estos excesos los que propiciarían, al final de la década, la escalada del todavía más nefasto movimiento punk y su "no sabemos tocar, cantar ni componer, pero a los chavales les molamos y eso nos hace los reyes".

Solamente recomendaría este disco a los incondicionales de aquellos sonidos "retro", sobre todo si vivieron aquella época y la sienten como propia. Yo nací en 1979, y esto me suena más rancio que la zarzuela.

6 comentarios:

Unknown dijo...

Me parece que tenes un toscano en la oreja... Yo sigo escuchando "Journey..." y me sigue emocionando. El uso de los sintetizadores es perfecto y encaja perfectamente con el resto del a orquesta y el coro y creo que los cantantes del es grupo de Wakeman (The Strawbs) son perfectos para las partes que les toca cantar. Las partes dramaticas estan cantadas con bestilidad y las partes mas plácidas, con placidez... Entretanto, marco un merito especial para el guitarrista (Egan) que es un genio total. El Coro de Càmara Inglès es estupendo tambien... En es una obra maestra que no ha perdido un àpice de musicalidad luego de mas de 0 años!!!
Gustavo
gustee@live.com.ar
tabstore

Blogmaster dijo...

COINCIDO CON WERONICA. Esta obra fue la primera que compré en mis 14 añitos y aún me conmueve.
No debemos olvidar la creatividad y el nivel de interpretación.
No se si algún rokero actual se animaría a tocar en vivo y en crudo una obra como esta.
Esta obra es como el vino: cuanto mas añeja mejor sabe.
Saludos

CEP

José Ramón dijo...

Pues a mi tambien me gusta. que se le va a hacer.

Unknown dijo...

Me gusta visitar tu Blog pero algunas veces creo que eres un "mentecato oreja de trapo" (citando al magnifico Oldfield)

En lo personal es uno de los discos que mas me ha gustado de los 100s que he escuchado (Quiza llegue a los 2 mil discos)... Es uno de los mas geniales alguna vez creados, pues si crees que ese sonido Grandilocuente suena fatal que dirias de McLaughlin, ELP, Oldfiel, Canarios?

Nah, nah no me vengan con que los Kansas y los Supertramp son los mas frescos!

parsick dijo...

A mí tampoco me gusta nada este disco, pero nada, bueno... miento, en realidad, me gusta, pero hasta el minuto 02:30, a partir de ahí, se me hace muy, pero que muy, cuesta arriba seguir escuchándolo hasta el final y lo he intentado varias veces. No digo que 14 millones de personas estén equivocadas, ni que el disco sea bueno o malo, simplemente expreso mi opinión sobre mis gustos. Dicho queda.
Por otra parte, siempre le he tenido cierta manía a este teclista, no lo negaré. No me gusta, que le vamos a hacer.

Enrique Farelo dijo...

Para no hay dudas es el mejor disco publicado por Wakeman y además en directo.
Los teclados empastan bastante bien con la orquesta y los coros y la grabación es bastante aceptable teniendo en cuenta el año (1974) y no pienso que haya envejecido en absoluto.
Incluso lo incluiría dentro de los mejores 100 discos de la década clásica de progresivo.

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